Un verano de negociaciones tendrá la Nueva Mayoría, que en el Bío Bío depende de cuoteos partidarios nacionales, en particular definiciones en la Región Metropolitana y Valparaíso para la designación de cargos locales. Eso sí, en la zona cultivan unidad y buenas relaciones -al menos en la forma- para evitar errores del pasado.

En política la calificación de “la niña bonita” de esta nominación de intendencias corresponde a Valparaíso. De allí que las dinámicas de negociación dependan de la quinta región y por ende la Metropolitana. Así las cosas el Bío Bío quedará para el partido fuerte que no obtenga ninguna de las dos.

Entre los partidos fuertes que optarían a intendencias está el PPD, la DC y el PS. Los dirigentes de éste último tienen un diagnóstico de lo que pudiera suceder con convicciones que apuntan al ámbito de la construcción política lo que supera cualquier entrega de nombres específicos para determinados cargos sea el de intendente u otro.

Ni siquiera creen que el PS sea el que obtenga la denominación de jefe regional, pero sí expresan el compromiso de colaboración permanente con el Gobierno entrante.

El presidente regional recién asumido Guillermo Hernández prioriza por sobre todas las cosas que la región salga del estancamiento y consiga el anhelado desarrollo.

El presidente saliente Enrique Inostroza, comparó el liderazgo del futuro intendente con la carencia de éste en los jefes regionales de la administración actual. Gestión de la que deberán diferenciarse, según el ex timonel.

Otro antecedente que incorporan es erradicar la práctica de operación política, “chimuchina” y pelea chica de la cual son acusados los políticos en general, según percepciones ciudadanas.

Humberto Toro, ex presidente regional y figura local del partido apunta a un intendente que en ese sentido sea transgresor, que considera que ahora manda la participación, la ciudadanía y no la suma y resta de cuentas políticas.

Pero aún existe mucho paño que cortar. Los nombres de postulantes suman y siguen, entre los que disputan cargos, los que pretenden “quemar” por el solo hecho de salir a la luz pública y los que realmente baraja Michelle Bachelet y su círculo de hierro.

Desde la zona, ¿quiénes son cercanos e influyentes ante la presidenta electa? Los socialistas Clemira Pacheco y Manuel Monsalve, entre algunos socialistas.