El partido socialdemócrata alemán (SPD) anunció este sábado que sus afiliados aprobaron en referéndum interno el proyecto de gobierno con los conservadores, lo que abre el camino para un tercer mandato de Angela Merkel como canciller.

La dirección del SPD anunció la victoria del “sí” con casi el 76% de los votos – entre 470.000 afiliados – en el referéndum por correspondencia, en una conferencia de prensa en Berlín.

A pesar de las reservas iniciales de las bases del SPD, el presidente del partido, Sigmar Gabriel, obtuvo una amplia mayoría, con una tasa de participación de cerca del 78%.

“Hace tiempo que no me sentía tan orgulloso de ser socialdemócrata”, declaró Gabriel, aclamado por cientos de militantes del SPD llegados de distintas partes de Alemania para participar en el escrutinio de los votos.

Gabriel alabó “la democracia directa en el partido” y dijo que era “una fiesta para la democracia”.

Este resultado pone fin a semanas de arduas negociaciones para formar un gobierno de “gran coalición” bajo la autoridad de la canciller conservadora, que obtuvo la mayoría en las legislativas del 22 de septiembre.

Los analistas auguran gran estabilidad para este gobierno debido a que cuenta con una aplastante mayoría en el Parlamento.

Merkel será reelegida canciller por otros cuatro años el martes, en una votación de los diputados del Bundestag.

Los conservadores (CDU) saludaron el resultado del referéndum del SPD. Ahora “todo está listo para la formación de una coalición común. (…) Nos congratulamos de que el trabajo del gobierno común pueda comenzar rápidamente”, afirmó el partido de Merkel en un comunicado.

Para convencer a sus tropas, Gabriel recorrió el país durante las últimas dos semanas para reunirse con los militantes y elogiar las medidas del contrato de coalición anunciado a fines de noviembre: salario mínimo por hora de 8,50 euros, plan de mejora de las pensiones para sueldos bajos y madres de familia, mecanismos para limitar el aumento de los arriendos, entre otros.

Sin embargo, las medidas sociales y las inversiones emprendidas por el nuevo gobierno, estimadas a 23.000 millones de euros de aquí a 2017, han sido severamente criticadas en los círculos patronales y gran parte de la prensa.

Con el 41,5% de los votos, Merkel pasó cerca de la mayoría absoluta en las elecciones legislativas del 22 de septiembre. Pero la derrota de su aliado liberal (FPD), que quedó fuera del Parlamento, la obligó a entablar negociaciones con los socialdemócratas.

La composición del nuevo gobierno de “gran coalición” será anunciada oficialmente el domingo. Pero los medios ya han filtrado varios nombres.

Wolfgang Schäuble, de 71 años, una de las figuras más poderosas e influyentes en la crisis del euro, seguirá al frente del Ministerio de Finanzas en Berlín.

El socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, de 57 años, hasta ahora jefe del grupo parlamentario del SPD, volverá a ser ministro de Relaciones Exteriores, un cargo que ya ocupó en la primera “gran coalición” de Merkel (2005-2009).

El presidente del SPD, Sigmar Gabriel, estará al frente de un gran ministerio de Economía, encargado del proyecto de transición energética, uno de los proyectos más importantes de Alemania para los próximos años.

Desde el inicio de las negociaciones, Sigmar Gabriel había prometido consultar a la base para superar las reticencias de numerosos militantes, que no tienen un buen recuerdo de la primera “gran coalición”, al cabo de la cual en las legislativas de 2009 el partido obtuvo su peor resultado electoral de la historia con tan solo 23% de los votos.