Un helicóptero y unos 200 efectivos uruguayos custodian el domingo el puente internacional que une la localidad argentina de Gualeguaychú con la local Fray Bentos (noroeste), con el objetivo de impedir el paso masivo de activistas que protestan contra una planta de celulosa ubicada sobre un río compartido.

Ante la anunciada llegada de manifestantes “junto a una Comisión que va a dialogar con el intendente (de Fray Bentos, Omar) Lafluf” y para “permitir que este encuentro entre el intendente y esta comisión se desarrolle con normal tranquilidad, la Armada se encargó de armar un dispositivo, como lo ha hecho en otras oportunidades, que asegure el orden público en nuestra área de jurisdicción”, dijo a periodistas Gastón Jaunsolo, vocero de la Armada uruguaya.

“Por orden del Poder Ejecutivo no vamos a permitir el ingreso de ningún manifestante que pueda entorpecer esa reunión”, destacó en la cabecera uruguaya del puente Jaunsolo, indicando que el dispositivo cuenta con entre 150 y 200 efectivos de la Armada.

Del otro lado del río, unos 2.000 manifestantes se preparaban para acercarse al puente, constató la AFP.

Lafluf recibirá al intendente de Gualeguaychú Juan José Bahillo y a una decena de activistas en un parador ubicado a pocos metros del puente fronterizo.

La fábrica de celulosa de la finlandesa UPM (ex Botnia), en funcionamiento desde 2007 en la margen uruguaya del río Uruguay, de administración compartida con Argentina, ha sido desde su construcción causante de un prolongado diferendo entre los rioplatenses, ya que ambientalistas de Gualeguaychú la acusan de contaminar el cause de agua fronterizo.

Las protestas llevaron a manifestantes argentinos a bloquear durante casi cuatro años un puente fronterizo (2006-2010), mientras Buenos Aires llevó el caso a la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ), que en 2010 respaldó la posición uruguaya de que la planta no contamina pero ordenó un monitoreo conjunto del río.

El diferendo se reavivó en los últimos días tras la decisión del presidente uruguayo José Mujica de autorizar a la planta un incremento de su producción de 1,1 a 1,2 millones de toneladas anuales, y Argentina aseguró que llevará nuevamente el caso a La Haya.

Mientras en el paso fronterizo el sonido del helicóptero, el fuerte despliegue de efectivos y los móviles de cadenas televisivas de ambos márgenes del río reflejan el diferendo, a pocos kilómetros en la ciudad de Fray Bentos (unos 310 Km al noroeste de Montevideo) se vive una jornada tranquila como la de cualquier domingo.

“Estamos cansados, que hagan lo que quieran, lo que esperamos es que no corten los puentes de nuevo. Está bien cuidar que la fábrica no contamine, pero cortar los puentes no”, dijo a la AFP María, una ciudadana de la ciudad uruguaya que prefirió no dar su apellido.