El gobierno haitiano dijo este miércoles que estaba “muy preocupado” por una decisión del Tribunal Constitucional de República Dominicana que niega la nacionalidad a hijos de inmigrantes sin papeles, incluidos algo más de 250.000 descendientes de inmigrantes haitianos.

La semana pasada, la más alta instancia judicial dominicana decidió que “los niños nacidos en el país de padres extranjeros en tránsito no tienen la nacionalidad dominicana”, una decisión retroactiva a 1929.

Haití, uno de los países más pobres del continente americano, comparte la isla caribeña La Hispaniola con República Dominicana, con una economía mucho más floreciente.

Tras el anuncio de esta medida, Puerto Príncipe llamó a consultas a su embajador en Santo Domingo, y el miércoles convocó al diplomático dominicano a cargo en Haití.

“Expresamos oficialmente nuestra preocupación a las autoridades dominicanas y a su embajador. Estamos totalmente en desacuerdo con esta decisión, ya que si es aplicada tendría graves consecuencias sobre ciudadanos dominicanos de ascendencia haitiana”, declaró por teléfono a la AFP el ministro haitiano de Relaciones Exteriores, Pierre Richard Casimir.

“Por el momento, privilegiamos la vía diplomática, pero seguimos muy de cerca la situación y ajustaremos nuestra posición en función de la evolución de la situación”, dijo Casimir.

La decisión supone el “retiro de la nacionalidad dominicana adquirida por más de 250.000 hombres y mujeres descendientes de extranjeros (haitianos), presuntamente ilegales o que estén en tránsito en el país, declaró la ONG Movimiento Socio-cultural por los Trabajadores Haitianos (MOSCTHA).

Según el último censo nacional de inmigrantes de 2012, en República Dominicana hay 458.000 inmigrantes haitianos en una población de 10 millones de habitantes.

Las autoridades de Santo Domingo anunciaron la semana pasada que las Fuerzas Armadas dominicanas habían expulsado en los últimos 13 meses a 47.000 haitianos ingresados ilegalmente al país.