Nuevos despidos agudizan la crisis al interior de la Compañía de Acero del Pacífico (CAP) en Concepción. El Sindicato N°1 de Huachipato denunció que la empresa busca desarticular el poder de los trabajadores.

Este jueves se llevaron a cabo nuevos despedidos por “necesidades de la empresa”, incluyendo a funcionarios que prestaron servicios por más de 20 años, y quienes hoy no saben qué harán.

Esto porque el trabajo que realizaban al interior de esta industria es escaso en el país y mucho más en la zona, según testimonios de algunos de los afectados.

Es una crisis que se anunció. A la fecha, serían cerca de 500 los despedidos efectuados desde que comenzó el proceso de reestructuración impulsado por la nueva gerencia.

Pero los desvinculados no creen en los dichos de la compañía, que apunta a la falta de mercado y el acceso a un acero menos costoso.

Se está abaratando costo, pero no se está disminuyendo la capacidad productiva de la empresa, porque la siderúrgica estaría recontratando mano de obra más barata para cumplir con los envíos programados, de acuerdo a los mismos trabajadores.

Por su parte, desde el Sindicato N°1 de Huachipato, el director Elieser Pérez, apoyó esta última denuncia.

El dirigente agregó que hay una operación detrás de los despidos, la que apuntaría a quitar poder a la orgánica sindical para defender a los trabajadores.

CAP Acero respondió a esta nueva jornada de despidos por medio de un comunciado, donde reiteró que la situación obedece a una adaptación ante un escenario negativo, con millonarias pérdidas para la empresa.

En la declaración pública, la Siderúrgica no puntualiza ni el número de despedidos hasta la fecha ni cuántos podrían ser desvinculados en el futuro.