Perú registró su primer muerto como consecuencia de las intensas nevadas que caen desde el sábado pasado en la surandina región de Puno, frontera con Bolivia, y que han dejado más de 5.000 damnificados informó el jueves el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci).

La víctima es un anciano de 75 años que falleció aplastado el miércoles por el techo de su modesta vivienda que se derrumbó al no soportar el peso de la nieve que cae sin pausa en la puneña provincia de Carabaya, a 4.000 m de altitud.

Las nevadas y la ola de frío han dejado hasta el momento en nueve provincias del sur peruano 5.247 campesinos damnificados, 20.650 animales muertos (entre llamas, vacas y ovejas), 738 viviendas inhabitables y 202 hectáreas de cultivos afectadas, según la Defensa Civil.

Las provincias puneñas ubicadas a más de 3.000 metros de altura soportan desde el 24 de agosto las mayores nevadas en diez años, indicó el Indeci.

Las carreteras en las regiones de Puno y Huancavelica (sureste) también quedaron parcialmente bloquedas, y el mal tiempo obligó a restringir los vuelos en avión y helicópteros.

Las condiciones meteorológicas obligaron al gobierno peruano a decretar el miércoles el estado de emergencia por 60 días en nueve provincias repartidas entre Puno y Huancavelica, que están entre las más pobres de Perú.

El Servicio Nacional de Meteorología de Perú informó este jueves que las abundantes nevadas se prolongarán hasta este viernes, a partir de cuando irán perdiendo intensidad hasta cesar.Según la meteoróloga de esa institución estatal, Teresa García, la nevada continuará en las zonas altas de Puno, Tacna, Moquegua, Arequipa, Apurímac y la parte sur del Cusco.

La tragedia elevó a seis los muertos que va dejando la más intensa ola de frío de la última década en Paraguay, Bolivia y Perú, como producto de una masa polar que se ha desplazado hacia estos países.

En Bolivia, las fuertes nevadas azotaban cuatro de los nueve departamentos y causaron la muerte de tres personas por enfriamiento, según autoridades regionales.