Más de 15 personas resultaron heridas este miércoles, una de ellas por una bala de plomo, cuando la policía reprimió en Neuquén una marcha contra un acuerdo con la petrolera estadounidense Chevrón.

“Un joven recibió una herida de bala de calibre menor 22″, dijo Gabriel Gastaminza, ministro de Coordinación de Gabinete, Seguridad y Trabajo de la provincia patagónica, rica en yacimientos de crudo y gas.

El total “de heridos supera las 15 personas, la mayoría por balas de goma disparadas por fuerzas policiales”, dijo a la AFP, por su parte, una fuente de los manifestantes.

Unas 5.000 personas fueron reprimidas cuando intentaban interrumpir la sesión legislativa convocada para aprobar un acuerdo entre la estatal argentina YPF y Chevrón para explotar un área del yacimiento Vaca Muerta.

Entre los heridos, se encuentran dirigentes de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), de la comunidad mapuche y un reportero gráfico de un diario local, según la fuente.

“Sin dudas la democracia se construye a través del debate, del consenso y no de la violencia, como sucedió con esta gente que hizo uso de bombas molotov, bolitas de cerámica tiradas con gomeras, ladrillos y elementos contundentes”, dijo el ministro.

Los manifestantes rodearon el Parlamento provincial, a unos 1.100 km al sudoeste de Buenos Aires, en cuyo territorio se aplicará el convenio con el gigante petrolero, que entidades ecologista e indígenas acusan de no respetar el medio ambiente.

Los legisladores oficialistas, ya que la oposición se reitró del recinto, comenzaron la tarde del miércoles a debatir el entendimiento, que implica una inversión inicial de 1.240 millones de dólares.

El gobierno provincial da por descontado que el acuerdo sea aprobado, ya que el oficialismo cuenta con los votos necesarios.

Vaca Muerta tiene una extensión global de 30.000 km2 y es una de las mayores reservas del mundo de hidrocarburos no convencionales de aceite y gas de esquisto, en cuya explotación intervendrá como socia la estatizada petrolera YPF.

Los activistas lanzaron piedras contra el edificio del Parlamento provincial, cuyo control ejerce un partido local aliado a la presidenta Cristina Kirchner.

Los convocantes a la marcha aseguraron que el acuerdo es lesivo para los intereses del país por asegurar réditos a una empresa transnacional y por dañar el medio ambiente.

El Gobierno, en base a informes técnicos, sostiene que la profundidad de la explotación impide cualquier tipo de contaminación de napas subterráneas de agua potable.

Argentina avanza en acuerdos de inversión con grupos extranjeros para bajar su déficit en la balanza energética, agravado por importaciones que este año se calculan entre 12.000 y 13.000 millones de dólares, según el gobierno.