Una vibrante percusión, bailarines de cuerpos exuberantes vistiendo brillantes y elaborados disfraces e impresionantes carros alegóricos tomaron este lunes el sambódromo de Rio de Janeiro en la segunda y última noche de desfiles del carnaval más famoso del mundo.

Los desfiles ponen punto final a esta fiesta que comenzó en Rio hace 15 días con unas 700 fiestas callejeras y que hizo bailar en las calles de esta ciudad a unos seis millones de personas.

Y en medio de la locura del carnaval, Brasil, el país con más católicos del mundo recibió la noticia de la renuncia del papa Benedicto XVI, que tenía previsto visitar Rio para las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), que se celebrarán de todos modos a fines de julio con un nuevo Papa.

La escuela Sao Clemente abrió la jornada con un recorrido por las más populares telenovelas de Brasil. Un imponente televisor con imágenes de estas producciones llevó al público emocionado a un reencuentro con tramas y personajes capaces de paralizar al país.

Le siguió la tradicional Mangueira, que viajó en un “tren” de colores verde y rosa hasta Cuiabá, la capital del estado de Mato Grosso (centro-oeste) y una de las sedes del Mundial de fútbol de Brasil-2014.

“Han sido 34 años desde que desfilé por primera vez con Mangueira, la más grande y con mayor tradición en el mundo, la emoción es grande”, dijo a la AFP Joao Grande, uno de los compositores de esta popular escuela.

Mangueira innova en este desfile al salir con dos baterías. El publico en las gradas se puso de pie, lanzó globos y agitó plumas con los colores de la escuela para recibir a los percusionistas.

Entre las despampanantes musas de la escuela, con diminutos trajes que muestran sus cuerpos bronceados y brillantes, está la argentina Caren Paz, “apasionada por el carnaval y Mangueira”, según dijo a la televisión Globo antes de saltar a la avenida.

Ansiedad y emoción

En fila, los participantes esperan ansiosos la entrada en el sambódromo, cargando sus disfraces “pesadísimos y muy calurosos”, como lo describió Samara Lourenço, de 25 años. “Pero vale la pena por la magia del carnaval, es una experiencia que te cambia la vida”, reparó emocionada antes de desfilar con el ala “verde que te quiero rosa”.

Los 72.500 espectadores privilegiados que consiguieron entrar al sambódromo para ver los desfiles hinchan por las escuelas con la misma pasión que en el fútbol.

“¡Está lindo, maravilloso! Adoro el carnaval, tiene todo lo bueno de la vida”, expresó Maria Concepçao dos Santos, de 71 años, que viajó de Porto Alegre (sur) para ver el desfile de su escuela del alma, Beija Flor, que escogió un inédito ‘enredo’ (tema) sobre la historia del caballo.

La escuela Grande Rio buscará su primer título bajo el tema “Amo Rio y voy a la lucha, oro negro sin disputa”, en referencia a las regalías petroleras que reclama el estado de Rio de Janeiro.

El actor francés Vicent Cassel y su esposa italiana Monica Bellucci, que viven actualmente en la ‘cidade maravilhosa’, se encuentran entre los famosos que asisten al Sambódromo y desfilarán con la escuela Grande Rio.

De su lado, Imperatriz Leopoldinense le canta al estado amazónico de Pará y cierra Vila Isabel, con un desfile que destaca a Brasil como potencia agrícola y “granero del mundo”.

El carnaval más famoso del planeta se celebra tras la tragedia que enlutó el país el 27 de enero, cuando un incendio en una discoteca del sur del país dejó 239 muertos y más de 100 heridos.

El accidente en Santa María encendió las alarmas sobre la seguridad en lugares públicos en Brasil, sede del Mundial y de los Juegos Olímpicos de Rio-2016, un tema que vuelve a estar a prueba durante todo el Carnaval y, especialmente, en los desfiles del Sambódromo.

El domingo, desfilaron seis escuelas en el inicio de la competencia por el título de “campeona del carnaval”, que se anuncia el miércoles y es seguida por millones de personas con la misma pasión que los grandes partidos de fútbol.