El fiscal general ordenó este jueves el traslado del derrocado presidente egipcio Hosni Mubarak a un hospital militar, debido a un deterioro en su estado de salud.

Recordemos que Mubarak, quien fue condenado a cadena perpetua por la represión durante la revuelta popular contra su régimen que causó alrededor de 850 muertos, ya había sido hospitalizado el 19 de diciembre para realizarse un escáner cerebral luego de sufrir una caída en la ducha.

El ex presidente tendrá que volver a la cárcel de Tora, en las afueras de El Cairo, en cuanto termine el tratamiento, según esta fuente que no dio detalles.

La salud de Mubarak, un tabú bajo su presidencia, está sujeta a numerosas especulaciones e informaciones contradictorias desde que dimitió bajo la presión de una revuelta popular en febrero de 2011.

El pasado 19 de junio, la agencia oficial Mena lo dio por “clínicamente muerto”, una información desmentida por fuentes médicas que aseguraron que estaba en coma.

Muchos egipcios sospechan que se está instrumentalizando este tema para suscitar compasión hacia el ex dirigente o darle un trato de favor, y otros estiman que de todas formas pertenece al pasado.

En marzo de 2010, cuando aún dirigía el país, Mubarak fue hospitalizado en Alemania para extirparle la vesícula biliar y un pólipo en el duodeno.

Los dos hijos de Mubarak, Alaa y Gamal, también se encuentran en la cárcel, acusados de corrupción, como otros muchos altos cargos de su régimen.