El teniente Fernando Quiñiñir, de 28 años, recibió a quemarropa un tiro de escopeta, que no lo mató porque usaba chaleco antibalas, casco y visor.

El oficial policial despejaba la ruta, entre Cañete y Tirùa, a la altura del sector Huentelolén, donde manifestantes mapuche lafkenche protestaban en contra de la ley de pesca e instalaron barricadas.

Un encapuchado premunido de una escopeta salió desde unos matorrales y le disparò a diez metros de distancia.

Quiñiñir estuvo internado en el hospital Naval de Talcahuano donde se recuperó de forma satisfactoria, luego que le extrajeran 30 perdigones, desde los brazos, antebrazos y manos.

El capitán Gabriel Madrid, de la segunda comisaría de Talcahuano, confirmó que el teniente recibió el alta médica y ahora cumple un reposo de 10 días en Temuco, tras lo cual retomaría sus funciones en la segunda comisaría de Lebu.

Mientras tanto, la fiscalía continúa con las diligencias para dar con los autores del violento episodio.