La guerrilla comunista de las FARC declaró este martes que las negociaciones de paz con el gobierno de Colombia avanzan “con buen ritmo”, al iniciarse el segundo día de pláticas en La Habana, horas después de que entrara en vigor un cese al fuego unilateral por parte de los rebeldes.
Los delegados de ambas partes iniciaron su segundo día de conversaciones a puertas cerradas poco después de las 08:30 horas locales en un salón del Palacio de las Convenciones de La Habana, sin acceso a la prensa.
“Les decimos que vamos avanzando con buen ritmo, por buen camino, tratando de que la participación del pueblo sea plena en este proceso de construcción de la paz”, declaró el comandante guerrillero Jesús Santrich, quien está casi ciego y entró caminando al Palacio con un bastón y asistido por una guerrillera.
Los delegados del gobierno, encabezados por el ex vicepresidente colombiano Humberto de la Calle, entraron apresuradamente al edificio sin formular declaraciones a la prensa.
La sesión de pláticas de este martes comenzó unas nueve horas después de que entrara en vigor un cese al fuego unilateral de la guerrilla, que durará dos meses, anunciado en la víspera por el jefe de la delegación de las FARC, Iván Márquez.
El comandante rebelde dijo que el cese al fuego de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), que se prolongará hasta el 20 de enero, “es una contribución decidida a fortalecer el clima de entendimiento necesario para que las partes que inician el diálogo alcancen el propósito deseado por todos los colombianos”.
Horas después, el ministro de Defensa colombiano, Juan Carlos Pinzón, dijo que las fuerzas militares continuarían sus operaciones contra las FARC, el mayor grupo guerrillero de Colombia con unos 9.200 combatientes, al reiterar algo que había declarado con anterioridad el presidente Juan Manuel Santos.
“Esa es la postura muy clara que corresponde a la Fuerza Pública, seguir trabajando con toda decisión para perseguir a esos individuos que han violado todo tipo de códigos, de normas y han atentado contra la vida y la honra de los colombianos”, dijo Pinzón, junto con expresar dudas de que la guerrilla respete el alto al fuego.
“Ojalá cumplan con esto que han prometido, pero la realidad es que la historia muestra que esta organización terrorista nunca ha cumplido nada”, aseveró.
El presidente Santos no se refirió al anuncio de las FARC en su discurso de la tarde del lunes en que rechazó el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en el litigio marítimo con Nicaragua.
El alto al fuego decretado por las FARC fue saludado por el movimiento civil Colombianos y Colombianas por la Paz, que lidera la ex senadora Piedad Córdoba, que había propuesto públicamente a ambas partes que decretaran una tregua.
Para favorecer el diálogo, las autoridades colombianas dejaron sin efecto numerosas órdenes de arresto contra los delegados de las FARC, organización que es considerada “terrorista” por Estados Unidos y por la Unión Europea.
Ninguna de las partes ha divulgado detalles de los temas que han sido discutidos en estas conversaciones, que en una primera etapa se prolongarán por 10 días, para abordar el complejo tema agrario.
La concentración de la propiedad en el campo colombiano condujo al conflicto armado hace casi medio siglo, y este tema ha sido definido por Márquez como la “causa histórica de la confrontación de clases” en ese país.
Sin embargo, De la Calle adelantó el domingo a su llegada a La Habana que “aquí ni se va a negociar la propiedad privada ni el modelo de Estado ni el modelo de desarrollo económico”, aunque admitió que si no hay un consenso sobre el tema agrario se va “a perpetuar el conflicto”.
La agenda de las pláticas incluye otros cuatro puntos: drogas ilícitas, participación política, abandono de las armas y reparación a las víctimas.
Ambas partes anunciaron en septiembre que iniciarían este proceso de paz, con Cuba y Noruega como garantes y Venezuela y Chile como acompañantes, para poner fin a un conflicto que ha dejado unos 600.000 muertos, unos 15.000 desaparecidos y casi cuatro millones de desplazados.
El diálogo fue lanzado formalmente el 18 de octubre en Oslo (Noruega), pero las discusiones empezaron este lunes en La Habana, con la meta de poner fin a un conflicto armado en el que también intervienen el guevarista Ejército de Liberación Nacional (ELN), bandas criminales y de narcotráfico.
El ELN, que tiene unos 2.500 combatientes, anunció hace ocho días que planea sumarse al diálogo de paz.