A las 13:00 horas de este miércoles los jueces del Tribunal Oral en lo Penal de Concepción se pronunciarán sobre la inocencia o culpabilidad de los ocho acusados por el desplome del edificio Alto Río. El veredicto seguirá a cuatro meses de juicio, durante los cuales testificaron medio centenar de testigos y peritos. Los imputados enfrentan cargos por ocho cuasidelitos de homicidio y siete cuasidelitos de lesiones graves.

Tras una maratónica audiencia de réplicas a cargo del Ministerio Público, los querellantes y abogados defensores, comenzó la cuenta regresiva de 24 horas que tienen los magistrados Nancy Vargas, Silvia Mutizábal y Adolfo Cisterna para entregar la esperada resolución.

En sus palabras finales al tribunal, el fiscal Nelson Vigueras defendió los antecedentes utilizados para acusar a los gerentes de la constructora Socovil, Juan Ignacio Ortigosa y Felipe Parra, además de los calculistas Pedro Ortigosa y René Petinnelli, los gerente de proyecto y director de obra, Ricardo Baeza y Mario Valeria, respectivamente, así como los jefes de obra Héctor Torres y José Luis Paredes. Al concluir la audiencia, éstos fueron consultados si tenían un último testimonio, reservándose todos el derecho.

Desde la defensa, Alejandro Espinoza insistió en la nula validez que según él tiene el principal peritaje de la Fiscalía, a cargo del Idiem, y reiteró su crítica a los querellantes.

Igual que durante su alegato de clausura, el abogado defensor se refirió en su réplica a los argumentos técnicos para asegurar que la caída del Alto Río no puede atribuirse a errores en su construcción.

El representante de algunas de las víctimas, abogado Enrique Hernández, defendió el trabajo de los querellantes.

Ninguno de los intervinientes se atrevió a hacer públicamente un pronóstico de lo que determinarán los jueces, esperando desde ambas partes condenas y absoluciones. Quienes sean considerados culpables enfrentan penas de 800 días de cárcel, según lo solicitado por el Ministerio Público en su acusación.