A un periodista le llamó la atención que Mario Balotelli no festejara los goles. Casi siempre se quedaba serio, con los brazos cruzados, como si estuviera enojado.

El italiano, por supuesto, tenía una respuesta preparada: “No celebro mis goles porque es mi trabajo. Cuando un cartero entrega una carta, ¿acaso lo celebra?”.

El Loco Mario fue la gran figura de la victoria de Italia por 2 a 1 ante Alemania , por las semifinales de la Eurocopa.

El domingo, la Azurra se medirá en la final ante España, en un lo que será un atractivo duelo de estilos. Tras el partido, Balotelli le dio un emotivo abrazo a su madre adoptiva. “Le dedico los goles a ella, ya está mayor y vino a verme”, dijo.

Aunque antes del encuentro declaró que no le gustaba festejar los goles, hoy fue por lo menos un poco más expresivo. En el primer tanto, de cabeza, fue una corrida eufórica. En el segundo, el gesto irónico: se sacó la remera e hizo fuerza con sus músculos, como si desafiara a quien se animara a mirarlo.