Con la ceremonia denominada wilancha, se dio por recibido el Machaq Mara o Año Nuevo Aymara, que este año las comunidades nortinas celebraron acompañadas del Director Nacional de Conadi, Jorge Retamal Rubio.

Según el comunicado de Conadi, Jorge Retamal Rubio, se convirtió en el primer Director Nacional en la historia de la Corporación que participa en la ceremonia del Machaq Mara, que esta vez recibió el año 5.520 del calendario agronómico aymara, actividad que se realizó en la localidad de Visviri, a 4.200 metros de altura y con 12 grados bajo cero, región de Arica Parinacota.

La actividad se inició a las 20 horas, con una vigilia que incluyó música de zampoñas, bailes y rituales milenarios que se conservan hasta el día de hoy, donde participaron autoridades tradicionales del pueblo Aymara y de Gobierno, comunidades y bandas musicales provenientes de Chile, Perú y Bolivia que llegaron hasta Visviri, alejado poblado ubicado en la frontera tripartita.

Tras despuntar los primeros rayos del sol -alrededor de las 5 de la mañana y con 12 grados bajo cero- se efectuó la wilancha, ceremonia ritual en que se ofrenda a la naturaleza, esparciendo alimentos por los cuatro puntos cardinales y rociando la “pachamama” o madre tierra. En este punto de la actividad, el director de la Conadi también fue invitado por los sabios aymarás para ofrendar a la pachamama.

“Agradezco la posibilidad de participar en esta ceremonia realizada en pleno altiplano chileno, en medio de la nieve, donde nuestros pueblos originarios viven haciendo soberanía y manteniendo vivas su lengua y su cultura, con la participación de las familias, desde los niños hasta los ancianos, quienes siguen practicando sus tradiciones milenarias”, indicó Jorge Retamal Rubio, emocionado al comprobar que es el primer director nacional de la Conadi que participa de esta ceremonia de tremenda importancia para el pueblo aymara.

Luego de esta ceremonia -que constituye una muestra de la preservación cultural que han logrado los aymarás- se inicia un nuevo ciclo de la vida y la naturaleza, con los mejores deseos para que los pueblos originarios de Chile mantengan por siempre estas tradiciones ancestrales.