El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción, Recaredo Gálvez, fue reformalizado por la causa que data del año pasado, en que se lo acusa de lanzar una bomba molotov a un oficial de Carabineros. El dirigente estudiantil afronta ahora la imputación por atentado contra la autoridad y porte de elemento incendiario.
En el Juzgado de Garantía penquista se cumplió la reformalización por los hechos que se remontan a julio del año pasado, cuando Recaredo Gálvez fue detenido tras incidentes ocurridos cerca de la principal casa de estudios del Bío-Bío.
Se lo acusó de lanzar una bomba del tipo molotov al comisario Rolando Molina, siendo formalizado por homicidio frustrado en contra de Carabineros más porte ilegal de arma, por la supuesta botella con combustible que arrojó.
Tras pasar casi una semana en prisión preventiva, la Corte de Apelaciones de Concepción revocó la medida cautelar.
Ahora, con más antecedentes en las manos, el Ministerio Público lo formalizó por atentado contra la autoridad y reiteró el porte del elemento que puede usarse en la fabricación de un artefacto incendiario.
Esto no significa que la acusación inicial haya perdido fuerza, sostuvo el fiscal jefe de Concepción Octavio Stuardo, sino que simplemente se precisaron los hechos.
En la audiencia, el defensor penal Humberto Alarcón pidió el sobreseimiento de la causa, lo que desestimó la jueza de garantía Pamela Villarroel. Pese a esto, el defensor dijo que no temen ir a Juicio Oral, porque las pruebas del Ministerio Público son débiles y porque los exámenes químicos descartaron presencia de hidrocarburos en las manos y ropas del imputado.
El estudiante, por su parte, señaló que todo esto sólo busca criminalizar las demandas estudiantiles.
También tomó parte la abogado Jessica Cortés, que representa al oficial de Carabineros, quien insistió en acusar por homicidio frustrado, imputación cuya procedencia se resolverá en una audiencia fijada para inicios de agosto, para luego pasar a la etapa de preparación del juicio oral.