El Parlamento de Quebec adoptó este viernes una “ley especial” presentada por el gobierno del primer ministro Jean Charest destinada a finalizar una huelga estudiantil, pero la iniciativa es criticada por limitar la libertad de los jóvenes.

El texto, aprobado con 68 votos a favor y 48 en contra, busca detener el movimiento estudiantil que afecta la provincia canadiense desde hace 14 semanas y restringe el derecho a manifestarse, previendo fuertes multas para los que no respeten las nuevas reglas.

Inmediatamente después del voto, la líder de la oposición Pauline Marois, que dirige el Partido Quebequense, en contra de este proyecto de ley, calificó la jornada como “uno de los días más sombríos para la democracia quebequense”.

Estimó que se trata de una “ley aporreadora que busca acallar a los quebequenses”, aunque instó a los ciudadanos a respetar el texto parlamentario.

El texto prohíbe toda conglomeración a menos de 50 metros de las universidades, y estipula que no puede realizarse una manifestación de más de diez personas si los organizadores no informan a la Policía con “al menos 8 horas de antelación”.

Si una manifestación impide el funcionamiento normal de una universidad, los organizadores pueden ser pasibles de una multa de hasta 5 mil dólares por día (2.529.000 de pesos chilenos), mientras que una asociación de estudiantes podría pagar hasta 125.000 dólares por día (63.225.000 de pesos chilenos) y el doble en caso de reincidencia.

La nueva legislación se produce en la décimo cuarta semana de huelga y de manifestaciones de 165.000 estudiantes de Quebec -que protestan contra la suba de las colegiaturas-, jalonadas por algunos incidentes violentos.

La última versión de la reforma educativa que pretende instaurar el gobierno, prevé un aumento de 82% de la matricula universitaria en 7 años. Esto haría aumentar los precios de 1.780 dólares a 4.000 dólares por año.