Las exhalaciones del volcán Popocatépetl, cercano a la capital mexicana, se multiplicaron a partir de la tarde del jueves con expulsión de material incandescente hasta a un kilómetro del cráter, informaron las autoridades este viernes.

En la noche del jueves al viernes el volcán “ha registrado 62 exhalaciones de mediana intensidad, con la emisión de vapor de agua, gases, cenizas y fragmentos incandescentes que ruedan por la ladera hasta distancias de alrededor de 1 km del cráter”, indicó el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

Las exhalaciones se sucedieron durante seis horas entre la tarde y la noche del jueves y se reiniciaron a las 05H00 hora local (07H00 de Chile) del viernes, agregó esta dependencia, mientras que la AFP constató que esta mañana el tremor era constante en las cercanías de la montaña, que incrementó su actividad en la jornada.

“Ha zumbado fuerte toda la noche, se ve cómo escurre la lumbre. Ruge”, dijo Álvaro Pérez, habitante de Santiago Xalitzintla, a 12 kilómetros de distancia del volcán.

En la mañana del viernes, el volcán, que con 5.452 metros sobre el nivel del mar es la segunda montaña más alta de México, estaba emitiendo un poderoso estruendo que lograba percibirse tenuemente en el suelo, a intervalos de unos diez minutos de tremor, separados entre sí por apenas unos segundos de calma.

“Empezó en la madrugada, yo me salí y me fui caminando para el volcán. Llegue bien arriba y me puse a ver. Tengo 40 años aquí y nunca había visto algo así. La incandescencia se ve impresionante desde cerca. Está peligroso, pero valió la pena”, afirmó Aaron Sánchez, también poblador de Xalitzintla.

En la localidad de San Nicolás de los Ranchos, a sólo 5 kilómetros de ahí, su presidente municipal, Victoriano Meléndez, asegura que “la gente está muy preocupada”.

“Desde la una de la mañana las familias han venido a preguntar a la presidencia. Estamos alerta a cualquier aviso de evacuación y las rutas de evacuación son transitables”, explicó Meléndez.

Al amanecer se podía ver “una columna de gases y vapor de agua de dos kilómetros de alto” y “es de esperar que se registre caída de cenizas en poblaciones” cercanas al volcán, advirtió el Cenapred.

Desde el lunes, el nivel de alerta en la zona se mantiene en amarilla fase tres, el anterior a la evacuación de las localidades cercanas al volcán.

“Como medida de previsión hemos determinado un radio de seguridad de 12 kilómetros a partir del vértice del cráter”, en el que colindan los distritos de Puebla, Morelos y Estado de México, explicó el presidente mexicano Felipe Calderón durante una reunión de evalución que se realizó en Cuautla, una ciudad también vecina al volcán.

En un radio de 50 kilómetros en torno al Popocatépetl, que en lengua náhuatl significa “montaña que humea”, viven unos 4,5 millones de personas y la cifra sube a 24 millones si se incluye la capital mexicana, a unos 55 kilómetros del volcán.

La permanente emanación de ceniza del volcán está originando irritación en ojos y problemas gastrointestinales, según reportan pobladores de esta comunidad ubicada en la falda del volcán.

“Mis hijos no pueden ni abrir los ojos. El más chiquito tiene cuatro años y con el rugido de la noche se despertó y como no puede ni abrir los ojos me preguntaba asustado: ‘¿Mamá, ya nos vamos?’. Le dije que no pasaba nada, pero la verdad es que nos dio mucho miedo”, relató Sofía López, de Santiago Xalitzintla.

“Aunque no queramos, estamos tomando agua salpicada de ceniza. Eso nos tiene enfermos. Mi hijo de 15 años está remalo. Ya lo atendieron y nos dijeron que hiervamos el agua”, explicó López.

Tras una actividad moderada a principios y mediados del siglo XX, en 1994 el Popocatépetl entró en actividad con distintas etapas de intensidad, la más importante en diciembre de 2000, cuando fue necesario evacuar poblaciones cercanas.