Las organizaciones de exiliados cubanos en Miami acusaron el jueves un “ensañamiento” contra los opositores al régimen comunista durante la visita de Benedicto XVI, declarándose decepcionados porque su Santidad privilegiara una reunión con Fidel Castro y no con la disidencia.

Sin embargo, la mayoría de los líderes de grupos anticastristas aplaudieron que “se hicieran sentir las voces alternativas, los disidentes que estuvieron denunciando la represión en estos tres días”, dijo a la AFP Janisset Rivero, secretaria ejecutiva del Directorio Democrático Cubano (DDC).

Ante el clima de decepción entre el liderazgo del exilio en Florida (sureste), el Arzobispo de Miami, Thomas Wenski, defendió la misión papal en Cuba y aclaró que Benedicto XVI no podía “hacer en un día lo que los cubanos no han podido hacer en 50 años”.

Mientras, Estados Unidos manifestó su alegría por la visita a Cuba, pero defendió su derecho a aplicarle un embargo al Gobierno de la isla, declaró jueves Mark Toner, portavoz del departamento de Estado.

Ante la decepción del exilio cubano en Miami de que el Papa no se reuniera con las disidentes Damas de Blanco y destinara el miércoles 30 minutos al ex jefe de estado cubano Fidel Castro, el arzobispo dijo que “él no estaba a cargo de la agenda papal”.

“Lamentamos que su santidad no haya concedido unos minutos a las Damas de Blanco ni a voces de la sociedad civil e independiente, pero tenemos que decir que pese a los arrestos, represión y amenazas, la voz de la resistencia se hizo sentir”, replicó Rivero.