El principal movimiento de la oposición chiita en Bahrein, el Wefaq, afirmó el sábado que una mujer y un joven fallecieron en las últimas 48 horas después de haber inhalado gas lacrimógeno utilizado por la policía para dispersar las manifestaciones.

El Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas condenó el martes a Bahréin por el “uso desproporcionado” de la fuerza, estimando que la utilización del gas lacrimógeno provocó ya la muerte de más de 30 personas durante el año pasado.

El viernes, Bahréin fue escenario de nuevas manifestaciones de chiitas reclaman reformas políticas, más de un año después de las primeras manifestaciones que fueron reprimidas por las autoridades.

La contestación es animada principalmente por los chiitas, mayoritarios en este reino del Golfo, gobernado por una dinastía sunita.