Más de 30 kilos de droga fueron incinerados por el Servicio de Salud de Osorno, en el marco del proceso de eliminación que opera cada vez que la Policía de Investigaciones realiza un decomiso.

Según manifestó el director del Servicio de Salud, Marcelo Larrondo, la droga fue receptada en el paso fronterizo Cardenal Antonio Samoré. El objetivo era su comercialización en la región y el avalúo ascendía a los $40 millones.

Para la destrucción de la droga, funcionarios de la PDI y del Servicio de Salud de Osorno, junto con el gobernador provincial, se trasladaron hacia las dependencias del Servicio Agrícola y Ganadero en el camino a Puerto Octay.

Larrondo manifestó que la droga incinerada corresponde a la especie Cannabis Sativa y a otros estupefacientes. De acuerdo al protocolo las muestras fueron enviadas al laboratorio, las que confirmaron el origen. La fase final fue la quema del material incautado.