El gobierno japonés consideró en cierto momento la posibilidad del “fin” de Tokio tras las explosiones nucleares consecutivas al accidente de la central nuclear de Fukushima, admitió este martes la comisión independiente que investiga el manejo de la crisis.
El portavoz del gobierno en el momento del accidente, Jukio Edano, dijo a los investigadores: “pensé en una sucesión de hechos diabólica” en la cual los reactores nucleares habrían explotado uno tras otro.
“Si eso sucede, es el fin de Tokio”, dijo haber pensado el responsable, en el momento de la catástrofe causada por el tsunami del 11 de marzo de 2011.
Se establecieron planes para el caso en que fuese necesaria una inmensa evacuación de la capital a mediados de marzo cuando el control de la crisis nuclear era todavía muy incierto.
La prefectura de Tokio cuenta 13 millones de habitantes. Si se suma la población de las tres prefecturas vecinas que constituyen el “gran Tokio”, la megalópolis de 35 millones de habitantes que forman la aglomeración urbana más importante del mundo.
Esas informaciones habían sido reveladas por primera vez hace varios meses por el entonces primer ministro Naoto Kan, que luego renunció. Los detalles más precisos están incluidos en el informe de la comisión de expertos encargada de investigar el desarrollo de la peor catástrofe nuclear del mundo desde la sucedida en Chernobyl (Ucrania) en 1986.