Las tropas gubernamentales sirias ingresaron el lunes a la ciudad de Rankus, a unos 40 kilómetros al norte de Damasco, para retomar el control de una ciudad que mantuvieron rodeada durante seis días, informaron militantes en el lugar.

“Las fuerzas militares tomaron de asalto a Rankus y dominaron la ciudad que habían acosado por seis días”, informó la entidad opositora Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, basada en Gran Bretaña, para añadir que “los grupos de desertores se han retirado de la ciudad”.

En la periferia de Damasco, en las localidades de Irbine, Saqba y Hammurieh, a escasos kilómetros de la capital, era posible escuchar los disparos efectuados por las tropas gubernamentales en su tentativa de recuperar el control de esas zonas.

“Varias personas han sido heridas en Saqba. Las fuerzas sirias están en los accesos a Irbine, y en Hammurieh hay tiradores escondidos que hacen disparos sobre cualquier cosa que se mueva”, precisó el OSDH.

Los combates en las afueras de Damasco se intensificaron en los últimos días, afirmó el domingo el comandante Maher Nueimi, portavoz del Ejército Sirio Libre (ASL), compuesto por unos 40.000 desertores de las fuerzas regulares.

De acuerdo con Nueimi, el régimen ha lanzado “en las últimas 24 horas una ofensiva sin precedentes, utilizado artillería pesada” contra localidades de la provincia de Damasco, en particular en la región de Qalamun.

El domingo, 40 civiles habrían muerto en diversos lugares de Siria a causa de disparos efectuados por las fuerzas de seguridad, según el OSDH. De acuerdo con la misma fuente, 26 soldados y nueve desertores murieron en tres ataques diferentes.