Una querella criminal en contra de todos quienes resulten responsables de violencia sexual cometida en contra de una estudiante secundaria, interpuso Corporación Humanas a favor de la joven estudiante del Liceo Darío Salas, Javiera Sepúlveda de 14 años, detenida por Fuerzas Especiales de Carabineros durante la instalación de un campamento en la ribera del río Mapocho, en la que participaron estudiantes secundarios pertenecientes a la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES).

Patricia Rada, abogada de Corporación Humanas, sostuvo que a su juicio en el caso de Javiera Sepúlveda se vuelve a constatar un patrón de agresión de carabineros hacia jóvenes estudiantes mujeres, que tiene un componente de violencia sexual. “Esta forma específica de represión se ha constituido en un patrón de conducta policial hacia las mujeres estudiantes, por su condición de género”, sostuvo la abogada de Humanas.

“Los abusos policiales que se han generado en las movilizaciones estudiantiles, en el caso de las mujeres tienen una marcada connotación sexual, constitutiva de una violación a los derechos humanos de las mujeres consagrados en tratados internacionales”, afirmó.

Explicó que el Estado chileno debe respetar la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (conocida como Convención de Belem Do Pará), vigente en Chile desde 1998, que prohíbe la violencia física, psíquica y sexual en contra de las mujeres, tanto si ocurre en el espacio público como privado, en particular si es cometida o tolerada por el Estado o sus agentes.

Asimismo, el Estado está obligado a garantizar, proteger y promover los derechos de niños y niñas consagrados en la Convención sobre Derechos del Niño, como el derecho a su integridad física, psíquica y sexual, entre otros. “En este caso, además estamos ante violencia sexual contra una menor de edad, en un contexto de violencia policial innecesaria, con patadas, y burlas frente al dolor de la menor, que terminó hospitalizada producto de las agresiones policiales”, señaló Patricia.

De acuerdo al testimonio de Javiera y sus compañeros, Carabineros de Chile habría reprimido a los estudiantes con violencia innecesaria durante la acción que se enmarcó en las movilizaciones estudiantiles. Al ser detenida, Javiera habría sido tomada por 4 Carabineros y un quinto funcionario le propinó tres patadas: una en la vagina y dos en el estómago, mientras los otros cuatro la llevaban casi arrastrando al carro policial. La carabinera que la llevaba del pie, también le dio patadas en la vagina y rodillazos en la espalda.

Tras lo sucedido, Javiera tuvo sangramiento vaginal y posteriormente perdió el conocimiento. Tras reincorporarse, comenzó a caminar para subir de la ribera del Mapocho y aunque una carabinera (que fue la única que la ayudó) intentó que se la llevaran en ambulancia, Carabineros de Fuerzas Especiales (GOPE) intentó esposarla y la subió al carro policial.

Una vez en la 18º Comisaría, en Ñuñoa, le constataron lesiones en la misma Comisaría, enviándola luego a urgencias del Hospital Calvo Mackenna. En la patrulla donde la trasladaron al recinto asistencial, había 3 Carabineros, dos hombres y una mujer, que la golpearon y para que desde el exterior no se oyeran los gritos, el chofer de la patrulla subió el volumen de la música. El mismo chofer amenazó a Javiera con devolverse a la Comisaría y tirarla al calabozo con los ojos vendados y esposada si seguía gritando.

Ya en el Hospital Calvo Mackenna, sus padres sostienen que le hicieron una revisión ginecológica sin que ellos estuvieran en el lugar y sin ser informados de la situación en que se encontraba su hija, además la constatación de lesiones que le hicieron en el hospital la realizaron con Carabineros presente.

Como resultado de los golpes que le propinaron efectivos de Carabineros, Javiera Sepúlveda tuvo que ser internada en el Hospital Calvo Mackenna por 3 días, ya que presentaba trauma abdominal, policontusión y sangrado vaginal, por lo cual tuvo que someterse a control en reiteradas oportunidades, manifestando constantes dolores en la zona abdominal y del vientre.