El gremio de cirujanos plásticos de Venezuela se abstuvo este viernes de recomendar a las mujeres con implantes mamarios de la marca francesa PIP que se los retiren, porque no está probado que aumenten el riesgo de cáncer, pese a que Francia aconsejara su extracción preventiva.

“No podemos decir: ‘Usted tiene un implante PIP, vaya y retírese el implante ahora mismo’. Para nosotros es mejor que las mujeres se hagan los estudios previos antes de mandar al paciente a retirarse los implantes”, dijo a la AFP la presidenta de Sociedad Venezolana de Cirujanos Plásticos (SVCP), Marisol Graterol.

Este viernes, el Gobierno francés recomendó retirar “a título preventivo” y “sin carácter de urgencia” los implantes PIP de unas 30.000 mujeres, aunque aclaró que se carecían de pruebas de que esas prótesis incrementaran el riesgo de cáncer.

Graterol explicó que el gremio “no quiere causar alarma en Venezuela” y que mas bien “recomienda” a las mujeres con estas prótesis que se sometan a revisiones preventivas. Asimismo, señaló que “un implante PIP no tiene un riesgo biológico” para las pacientes.

“La idea es que las pacientes tengan calma, que estén seguras de que no se les va producir ningún tipo de cáncer por el hecho de que tengan esos implantes y que si presenta algún tipo de sintomatología o alguna sospecha de rotura del implante por supuesto que se lo tiene que sacar”, explicó Gaterol.

Sin embargo, el gobierno francés señaló este viernes que desea que las mujeres se retiren estas prótesis, que se exportaron a países de Europa y América Latina, aun cuando no haya señales de deterioración de las mismos.

De acuerdo con el ministerio de Salud francés, un número indeterminado de esos implantes contiene silicona en gel inapropiada para uso médico y por lo tanto presenta un riesgo potencial para la salud en caso de ruptura de la prótesis.

El ministerio de Salud de Venezuela no se ha pronunciado sobre el caso ni hecho ninguna recomendación sobre estos implantes.

La empresa PIP llegó a producir 100.000 prótesis mamarias al año, como cuarta mayor empresa mundial del ramo, y exportaba casi el 84% de su producción, pero a inicios de 2010 la firma entró en colapso ante reiteradas denuncias de rupturas de sus prótesis.

Graterol, que no precisó cuántos de estos implantes se han utilizado en Venezuela, recordó que desde 2010 se tomaron medidas de prevención con la prohibición de importar y comercializar esas prótesis.

Venezuela, donde se realizan unas 40.000 mamoplastias de aumento de busto al año, es famoso por ser una fábrica de aspirantes a “Miss Universo” y un país donde el bisturí para los retoques se utiliza sin complejos.