La policía china dispersó este viernes con gases lacrimógenos a centenares de manifestantes que protestaban en contra de una central térmica acusada de contaminar el medio ambiente en la ciudad meridional de Haimen, informaron la prensa y varios testigos.
Los incidentes no tuvieron la misma violencia que los del pasado martes y miércoles, cuando los agentes golpearon brutalmente a los manifestantes que intentaban bloquear una autopista.
Unas 500 personas volvieron a reunirse el viernes en la vía, en el cuarto día de protesta en contra de la central térmica, causante según ellas de muchas enfermedades en los habitantes de la zona.
En varias ocasiones, las fuerzas del orden han utilizado gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, explicaron por teléfono a la AFP distintos vecinos.
Varios manifestantes aseguraron a la AFP que un adolescente de 15 años y una mujer fallecieron esta semana en Haimen, en la provincia de Guangdong, aunque dichos hechos no han podido ser confirmados por fuentes independientes.