Mientras las obras de la Central Angostura entraron una etapa crucial al secarse un tramo del río Bío-Bío para iniciar la construcción de la represa, las organizaciones ambientalistas reiteraron la ilegalidad de las faenas.
Con la presencia de autoridades de la zona, la empresa Colbún – dueña del proyecto – dio el vamos a la fase de levantar el muro de 50 metros de altura, que implicó desviar las aguas del río a través de un túnel de 300 metros, dejando seco un tramo similar donde se ejecutará la obra.
Fredy Pérez, de la organización ambiental Aguas Libres, lamentó que autoridades de la zona, como el gobernador y el seremi del Medio Ambiente, estén visitando el proyecto, pese a los cuestionamientos de su legalidad.
El dirigente recordó que están recopilando información que ratificaría que la planta generadora incumple normas internacionales sobre las etnias originarias.
Recordemos que la central Angostura se levanta entre las comunas de Santa Bárbara y Quilaco, tiene una potencia instalada de 300 megawatts e implicará una inversión que supera los 500 millones de dólares.