Para festejar sus 104 años este jueves, el célebre arquitecto brasileño Oscar Niemeyer decidió hacer lo que más le gusta: trabajar en su atelier de grandes ventanales frente a la playa de Copacabana, donde lanzó un número especial de su revista.

El arquitecto de Brasilia hizo coincidir la salida del número 11 de la revista “Nosso Caminho” (Nuestro Camino), una publicación trimestral consagrada a la arquitectura, la literatura y el arte, con la fecha de su aniversario, y en ella rinde homenaje al poeta, cantor, compositor y padre ya fallecido de la Bossa Nova, Vinicius de Moraes, quien fue su amigo cercano.

La foto de la mezquita de Argel –un proyecto salido de la mesa de dibujo de Niemeyer y que en la actualidad está siendo construida en la ciudad de Orán (norte de Argelia)– ilustra la portada de “Nosso Caminho”, que el arquitecto edita con su esposa Vera Lucia, con quien se casó a los 98 años.

Aunque a menudo se dice que “tener más de cien años es una mierda”, el arquitecto aseguró que ahora lo que más lo hace feliz en la vida es “ver que Brasil está mejor, cada vez mejor “, según dijo a periodistas en un cóctel con su familia y amigos en su estudio.

“El ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) fue un gran presidente, un amigo del pueblo”, dijo desde la silla de ruedas que usa desde hace tres años cuando se quebró la pelvis.

Vera, de 66 años, dijo a la AFP que el médico le prohibió fumar sus cigarros, lo que lo deja nada contento: “él dijo que los médicos le prohiben todo lo que es bueno”, recuerda la mujer.

“Tiene 104 años pero está como si tuviera 80, aunque su sueño sería tener 20″, bromeó uno de los invitados al evento, el vice gobernador de Brasilia, Tadeu Filipelli, en declaraciones a AFP.

Niemeyer recibió también en su cumpleaños una mala noticia: el cierre este jueves del Complejo Cultural de Avilés (España) inaugurado el año pasado.

La “plaza abierta al mundo” imaginada por Niemeyer cierra sus puertas porque el gobierno de Asturias acusa a los administradores de gastos excesivos, según el diario Folha de Sao Paulo.

Admirado por la fuerza de su creación y su longevidad, Niemeyer se traslada cada día a su atelier pese a los problemas de salud que ha sufrido en los últimos años: se fracturó la pelvis, y el año pasado fue hospitalizado varias veces y fue operado entre otras cosas por un cáncer de colon.

El arquitecto, que siempre conservó la fe en el comunismo, también halla tiempo para participar en las reuniones de la revista que creó para “hablar con la juventud”.

El título “Nosso Caminho”, elegido por Niemeyer, hace referencia “a los amigos y compañeros de ruta de la vida”, según dijo.

La revista trilingüe (portugués, español, inglés) comprende igualmente un cuaderno, “Explicación necesaria”, donde Niemeyer escribe sobre el proceso de creación de sus obras.

Nacido el 15 de diciembre de 1907 en Rio, el arquitecto que diseñó la ciudad de Brasilia, concibió más de 600 proyectos arquitectónicos en todo el mundo. Aún dirige varios, como la renovación del Sambódromo de Rio, donde se desarrollan desde 1984 los suntuosos desfiles del carnaval carioca.

La renovación busca también adaptar la instalación para los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro en 2016.

En agosto pasado, Niemeyer, que revolucionó la arquitectura moderna con sensuales curvas inspiradas, según él, “en el cuerpo de la mujer brasileña”, dijo a la prensa que aún hay cosas que querría hacer, como un “bello proyecto para Copacabana”.

“Una vez me preguntaron qué pensaba de la vida. Respondí: ‘¡mientras tenga una mujer cerca mío, que pase lo que sea!’”, bromeó Niemeyer, también autor de la letra de una samba titulada “Tranquilo con la vida”, una canción optimista sobre un habitante de una favela que conserva la esperanza de un futuro más justo.