La selección de Australia cerró este viernes su participación en el Mundial de rugby de Nueva Zelanda con un tercer lugar, gracias a su victoria contra Gales (21-18) en el Eden Park de Auckland, en un partido sin grandes momentos y en el que se lesionaron varios jugadores.

Cinco días después de su dura eliminación contra los All Blacks (20-6) en la semifinal, los australianos terminan la competición con un buen resultado pero con un partido monótono, lastrado por las lesiones y con muchas faltas con la mano y balones perdidos.

A los Wallabies les costó mucho penetrar la defensa galesa y sólo lo consiguieron en dos ocasiones, gracias a un primer try de Berrick Barnes (12) y otro de Ben McCalman, casi al final del partido (76).

Dominados por su rival en el terreno, los galeses se despertaron con un try de Shane Williams (49) pero los Wallabies respondieron con penales de James O’Connor (53, 57) y un drop de Barnes (68), que fue de lejos el jugador más activo de su equipo.

Los galeses marcaron un último try en el tiempo de descuento (80+3) gracias a Leigh Halfpenny, en un partido en que sus anotadores, igual que en la semifinal perdida contra Francia (9-8), volvieron a estar en baja forma: James Hook sólo logró un penal en tres intentos y Halfpenny falló en su única oportunidad.

“Habíamos venido a ganar el torneo pero no fuimos lo bastante buenos para mantener la distancia contra Nueva Zelanda (en semifinal). Los chicos estaban decepcionados, no era el partido que les hubiera gustado jugar. Pero ha sido una ocasión para representar al país y vimos orgullo por ambas partes”, dijo et técnico australiano Robbie Deans tras la victoria.

El encuentro también estuvo marcado por las lesiones y los australianos tuvieron que recomponer muy pronto su línea de tres cuartos tras las salidas del fullback Kurtley Beale (10) y del apertura Quade Cooper (22).

Beale volvía a jugar tras una lesión en los aductores que le había dejado fuera de la semifinal mientras que Cooper se lesionó en la rodilla derecha y podría sufrir un traumatismo grave.

Con estos hombres fuera tras 22 minutos de juego, Adam Ashley-Cooper pasó de ser centro a fullback y Berrick Barnes pasó del centro a la posición de apertura, mientras que los reemplazantes Rob Horne y Anthony Fainga’a se ponían en el centro del campo.

Los Wallabies, campeones del mundo en 1991 y 1999 y subcampeones del mundo en 2003, sólo habían logrado alcanzar los cuartos de final en la anterior edición del Mundial, en 2007.

Gales por su parte no logra igualar su mejor resultado en un Mundial, el tercer lugar de 1987.

“Podemos estar orgullosos de lo que hemos hecho pero los australianos merecieron ganar. A este nivel había que patear y no lo hicimos”, reconoció el técnico de los ‘Diablos Rojos’, Warren Gatland.

La final del Mundial-2011 medirá el domingo, a partir de las 08h00 GMT a Nueva Zelanda y Francia en el Eden Park de Auckland.