Sesenta países y organizaciones internacionales se reúnen este jueves en París para dar un espaldarazo a los rebeldes de Libia -ahora también avalados por China y Rusia- mientras el líder Muamar Gadafi seguía en paradero desconocido al cumplirse 42 años de su llegada al poder.
Argelia, que la semana pasada dio asilo a varios familiares del dirigente libio, también se declaró dispuesta a reconocer al Consejo Nacional de Transición (CNT, órgano político de los rebeldes) y descartó dar asilo a Muamar Gadafi, que hoy cumpliría exactamente 42 años en el poder desde el golpe del 1 de septiembre de 1969 que marcó el inicio de su “revolución”.
“Argelia no tomará partido a favor de Gadafi”, dijo en París el canciller argelino Murad Medelci Meldeci horas antes del inicio de la Conferencia.
“Jamás consideramos la hipótesis de que Gadafi pueda venir a golpear a nuestra puerta”, aseguró el argelino.
El reconocimiento del CNT por parte de Rusia supone una vuelta de página a la era Gadafi.
“Rusia reconoce el CNT como autoridad en el poder y saluda su programa de reformas que prevé la adopción de una nueva Constitución, la organización de elecciones y la formación de un gobierno”, anunció la cancillería rusa.
Rusia estará representada en París por un emisario Mijail Marguelov.
China, Rusia y Alemania fueron tres de los cinco países que se abstuvieron en marzo pasado en la votación de la resolución 1973 de la ONU que dio paso a la intervención militar en Libia bajo mando de la OTAN, en la que tampoco participaron.
Pekín, que estará representada en París por su viceministro de Relaciones Exteriores, Zhai Jun, también dio un paso en favor del CNT al destacar su “papel considerable” en la reconstrucción de Libia aunque sin llegar a reconocerlo oficialmente como único representante legítimo.
En cambio Sudáfrica, “descontenta” por la intervención militar en Libia, anunció a través de su presidente Jacob Zuma que no asistirá a la conferencia de París.
Casi seis meses después de la conferencia del 19 de marzo en París que marcó el inicio de las operaciones militares contra Gadafi, el presidente francés Nicolas Sarkozy -que aspira a su reelección en las presidenciales de 2012- volverá a ser el anfitrión de esta primera gran conferencia internacional sobre Libia.
“Vamos a dar vuelta la página de la dictadura y de los combates y abrir una nueva era de cooperación con Libia”, dijo Sarkozy en vísperas de la Conferencia en el Elíseo.
La canciller alemana, Angela Merkel, el jefe de gobierno de Canadá, Stephen Harper, el italiano Silvio Berlusconi y el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, su par de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Alain Juppe, de Estados Unidos, Hillary Clinton y de Turquía, Ahmet Davutoglu, estarán en la reunión que cerrará una rueda de prensa Sarkozy/Cameron.
Brasil estará representado por su embajador en Egipto, Cesario Melantonio.
El CNT, reconocido por más de 50 países como único representante legítimo del pueblo libio, estará representado en París por su presidente Mustafa Abdeljalil y por su número dos, Mahmud Jibril que presentarán una “hoja de ruta” sobre la transición a la democracia y reclamarán a la comuidad internacional que desbloquee los activos del regimen libio en bancos extranjeros estimados en 50.000 millones de dólares y congelados por resoluciones de la ONU.
Francia anunció que desbloqueará 1.500 millones de euros para el CNT; Italia 500 millones de euros y España 16 millones de euros.
Los rebeldes libios piden una ayuda de urgencia de 5.000 millones de dólares para tres aéreas prioritarias: seguridad, educación y salud.
Abdeljalil prometió que las nuevas autoridades “favorecerán a los países que nos ayudaron”. “Los trataremos en función de lo que nos han aportado”, sostuvo.
Según el diario francés Liberation, Francia ya concluyó un acuerdo con el CNT que le atribuye la explotación del 35% del petróleo libio.
Libia, principal reserva petrolera de África y cuarto productor del continente, exportaba antes de la revuelta contra el régimen de Gadafi el 80% de su producción hacia Europa, en particular Italia y Francia.
El viernes la Unión Europea levantará parte de las sanciones impuestas a empresas petroleras y a puertos libios.