El presidente de Ecuador, Rafael Correa, descartó el lunes retirar una demanda contra el diario El Universo, por la cual tres de sus directivos y un periodista fueron condenados a tres años de cárcel y el pago de 40 millones de dólares, como se lo habían pedido los empleados del periódico.

“La única manera de que se garantice la libertad, la justicia, la seguridad y el trabajo en paz, que ustedes desean tanto como yo, es que todos nos sometamos al imperio de la ley y (…) que vivamos en permanente verdad”, señaló Correa en una carta a los trabajadores y jubilados del periódico.

El domingo, en otra misiva publicada en la prensa, los empleados solicitaron al mandatario desistir de la querella aduciendo que “pone en peligro” sus puestos.

Los firmantes subrayaron que hacían este pedido “de forma libre e independiente”.

Correa reiteró que, al margen del resultado del juicio, jamás permitirá que “los trabajadores sean las víctimas de la mala fe e irresponsabilidad de aquellos que, por manejar un negocio de comunicación, se creyeron propietarios hasta del honor de las personas”.

“Quienes jugaron irresponsablemente con sus puestos de trabajo no soy yo, sino los directivos del diario al permitir deliberadamente que un malqueriente calumnie y difame a su antojo”, afirmó el gobernante, refiriéndose al ex editor de opinión del periódico Emilio Palacio.

El pasado 20 de julio un juez de primera instancia sentenció a tres años de cárcel y el pago de 40 millones de dólares al director del rotativo, Carlos Pérez, a los subdirectores César Pérez y Nicolás Pérez, y a Palacio, quien el domingo anunció que se había refugiado en Miami (EEUU) alegando ser un perseguido del gobierno ecuatoriano.

El valor patrimonial de la empresa es de 35 millones de dólares, según la publicación, que apeló el dictamen.

Correa planteó la demanda por injurias a raíz de un artículo en el que Palacio lo llamó “dictador” y le advirtió que un futuro gobernante “podría llevarlo ante una corte penal por haber ordenado fuego a discreción y sin previo aviso contra un hospital” durante una rebelión policial el 30 de septiembre de 2010.

El presidente denunció esa sublevación como un intento de golpe de Estado.