El presidente y el vicepresidente del Senado, Guido Girardi y Juan Pablo Letelier, anunciaron que iniciarán el estudio de una iniciativa en ese sentido, pues – a su juicio- es un cuerpo legal anacrónico, cuya eventual utilización hoy no se justifica.

El presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, aseguró que la Ley de Seguridad del Estado es necesaria y dijo que es extraño que la concertación quiera derogarla porque incluso uno de sus gobiernos la invocó.

También el diputado UDI Gustavo Hasbún rechazó una eventual derogación de la Ley de Seguridad del Estado, idea que -a su juicio- merece una censura contra el senador Guido Girardi, en su calidad de presidente de la Cámara Alta.

El parlamentario la calificó como una propuesta antojadiza para sacar provecho del momento político.

El penalista Juan Pablo Hermosilla, a quien Girardi y Letelier encargaron analizar un eventual proyecto para derogar la Ley de Seguridad del Estado, planteó que hay otras normas suficientes para sancionar a los responsables de hechos de violencia.

La Ley de Seguridad del Estado es la sucesora de la Ley de Defensa de La Democarcia, conocida también como Ley Maldita, que el gobierno de Gabriel González Videla promulgó en 1948 para proscribir al Partido Comunista.