El Gobierno de Raúl Castro levantó este sábado la prohibición de venta de electrodomésticos de alto consumo, vigente desde 2003, con el fin de “completar la oferta” a la población y a los trabajadores privados, señaló una disposición oficial.

“Teniendo en cuenta la necesidad de adoptar medidas encaminadas a completar la oferta de productos con destino a la población y a los trabajadores por cuenta propia, se hace necesario reanudar la venta minorista de los referidos equipos”, señaló una resolución publicada en la edición digital de la Gaceta Oficial.

La Resolución, firmada por la ministra de Comercio Interior Mary Ortega, señala que “estos equipos se incorporan a la venta de forma gradual, según se adquieran por las entidades encargadas de su comercialización”.

Los elementos autorizados para su venta son acondicionadores de aire, cocinas eléctricas, hornos eléctricos, duchas eléctricas, freidoras eléctricas, calentadores eléctricos, cafeteras eléctricas, hornillas eléctricas, parrilla y plancha de grillar, asador, sandwichera, sartén eléctrico, máquinas para hacer rositas de maíz y otros equipos eléctricos y electrodomésticos.

La venta minorista de esos equipos fue prohibida el 10 de junio de 2003 por el Gobierno de Fidel Castro, alejado del poder desde 2006 por una grave crisis de salud, debido al alto consumo energético de los mismos.

Un año después, en mayo de 2004, el sistema eléctrico cubano colapsó y obligó al Gobierno a tomar medidas urgentes para la modernización de las termoeléctricas del país, y adoptar una política de ahorro que se denominó oficialmente como revolución energética.

Los equipos electrodomésticos que se pondrán a la venta, fundamentalmente de fabricación china, ya están en exhibición en algunas tiendas, constató la AFP.

En el supermercado la Puntilla de La Habana, los equipos, todos valorados en pesos convertibles -igual al dólar- están anunciados para “próxima venta”, según un cartel, y sus precios varían entre los 800 pesos convertibles (cuc), para los aires acondicionados de tonelada y media, a 30 cuc para pequeñas tostadoras de pan.

El Gobierno de Raúl Castro, que amplió el trabajo privado como parte de sus reformas, dijo a inicios de año que destinó 300 millones de dólares para la importación de artículos, herramientas y medios para los nuevos trabajadores privados, ante la imposibilidad, por el momento, de abrir un mercado mayorista.

Desde que sustituyó a Fidel, Raúl Castro, ha levantado varias prohibiciones como el acceso a hoteles y renta de autos para los cubanos, la venta de computadoras, hornos microondas y otros artículos.