Los gatos también tienen su lado musical. Algunos, incluso su lado rockero.

Sin embargo pocos parecen demostrar tan bien su culto por el lado pesado de la música como Buddy, este minino que no sólo es fanático de la banda de thrash Slayer, sino que cuando llega la hora de rockear, le gusta hacerlo a lo mero macho… es decir, instalado cómodamente en su sofá y concentrado en la música.

¡Que traigan esas cervezas!

http://youtu.be/Mx1sN15C5rs