Una fuerte tormenta que se desató en la tarde del lunes sobre Rio de Janeiro llevó el caos a la ciudad, inundó numerosas calles impidiendo que trabajadores retornaran a sus casas y dejó al menos una persona muerta, informó este martes la Defensa Civil.
La lluvia comenzó a la hora de cierre de las oficinas y se tornó torrencial poco después, hasta la madrugada del martes. En nueve horas cayeron 274 milímetros de agua, según la medición de la estación pluviométrica Tijuca/Muda de la zona norte.
La región más afectada fue la zona del estadio Maracaná, en reforma para recibir la Copa del Mundo en 2014.
Los bomberos encontraron el cuerpo de una persona que se ahogó en la Plaza de la Bandera, que se transformó en un lago al inundarse con agua que alcanzó una altura cercana a la de los transeúntes.
Mientras tanto en once favelas de la zona norte de la ciudad, el sistema de alerta por riesgo de aludes de tierras obligó a muchos habitantes a pasar la noche en refugios.
En enero, las fuertes lluvias que provocaron deslizamientos de tierra de los cerros en la zona norte del estado de Rio dejaron cerca de 900 muertos, una de las catástrofes naturales más grandes del país.