Chile expresó su preocupación por “el recrudecimiento de la violencia y el creciente número de víctimas civiles en Siria”, donde se suman 386 fallecidos desde el inicio de las protestas contra el régimen, e hizo un llamado al diálogo para recuperar la “paz social”.

“Chile hace un llamado a las autoridades sirias para que adopten todas las medidas necesarias para resguardar la vida, las libertades individuales y el pleno respeto a los derechos humanos”, aseguró la cancillería en un comunicado.

Para el ejecutivo chileno, Siria debe privilegiar “el diálogo como la única forma de restablecer la paz social y poner fin a la violencia, garantizando la seguridad e integridad de la población”.

El régimen del presidente Bashar al Asad desplegó miles de soldados en Deraa, a 100 km al sur de Damasco, y en otras zonas del país, con el objetivo de “restablecer la calma y la seguridad” para “poner fin a los actos de sabotaje y de asesinato cometidos”, según el ejército sirio.

Sin embargo, la ofensiva contra el movimiento de protesta, que ya suma casi 390 muertos desde el 15 de marzo, se produce pocos días después de la derogación del estado de emergencia y de los tribunales de excepción, dos demandas de los manifestantes, que piden la caída del régimen del presidente Bashar al Asad.