El 15% de los puntos que Rafael Nadal debe defender entre la primavera y el verano europeo ya los tiene en su bolsillo. Haber ganado Montecarlo por séptima vez consecutiva le ha proporcionado las primeras mil unidades de las 7 mil que atesoró en 2010 tras ganar en ese lapso los torneos del mencionado principado más los master 1000 de Madrid, Roma y el Abierto de Francia, todos en canchas lentas y posteriormente el Abierto de Inglaterra sobre el césped de Wimbledon.

Nadal volvió a la superficie que mejor domina (con el de Montecarlo son 30 los títulos obtenidos en arcilla, sobre 44 campeonatos que lleva ganados) y en la que con su sola presencia, sus rivales parecen entregarse cuando les toca enfrentarlo.

En la edición 2011 Nadal cedió “algunos” juegos más que en 2010: el año anterior fueron 14, en esta ocasión 34… Pero ¿quien se le plantó con fiereza del otro lado de la red? Apenas el británico Andy Murray quien llevó la semifinal a tres sets. Pero tal fue su desgaste en el segundo parcial (el que ganó) que en el tercero prácticamente entregó el match.

¿Y Ferrer en la final? Corrió de aquí para allá, tal cual es su costumbre; acumuló kilómetros sobre el court central del Abierto monegasco, pero Nadal siempre le devolvió una más que las que Ferrer (otro defensor-contragolpeador como su compatriota) colocaba del lado opuesto.

Nadal les gana con su actitud siempre positiva, con su afán de ser y saberse el mejor sin decirlo con la boca sino con la raqueta. Es probable que se admire lo que hace por lo que pone en la cancha más que por lo que expone técnicamente. Y es más que probable que a futuro cuando la etapa del “Rafa” se vaya extinguiendo, no se presenten el circuito tenistas con sus mismas características.

Al cabo y a ese nivel, claro, es probable que haya más jugadores con parecidos a Sampras, Federer, Djokovic, Agassi, Ríos, Edberg, Davydenko, Nalbandian y González que a Nadal. El jugador de Palma de Mallorca fue “producido” así, armado de esta manera, para jugar como juega, correr como corre y ganar como gana. Puede gustar (en Estados Unidos alientan más a sus rivales que a él, en España, obviamente, y en gran parte de Europa es un ídolo inconmensurable) o no, pero es un notable campeón. A los 24 años ya ha igualado la línea de Bjorn Borg y su compatriota Manuel Orantes en torneos ganados en canchas de polvo de ladrillo y va por los 40 de Thomas Muster y los 45 del argentino Guillermo Vilas, el que por ahora más trofeos en esa superficie ha alzado.

El único obstáculo que por ahora se presenta para incomodarlo en la cancha es Novak Djokovic y si reafirma su nivel, Juan Martín del Potro. Fuera de la cancha, como ya es recurrente decirlo, su físico. Si sigue aguantando lo que Nadal le exige, sus chances de seguir batiendo récords, estarán intactas…

AHORA AL CONDE DE GODÓ

Ya se está jugando el Campeonato Conde de Godó en su versión número 59 en Barcelona. Como en Montecarlo, a orillas del Mediterráneo y sobre arcilla. Rafael Nadal es el cabeza de serie número 1 y debutará este miércoles. El Conde de Godó es uno de los más célebres campeonatos de canchas lentas del mundo y si bien no presenta status de Master 1000 sus condiciones lo ameritan. Con un cuadro de 64 jugadores, 8 de los cuales arrancarán adelantados además de Nadal (Andy Murray, segundo favorito; Robin Soderling, David Ferrer, Tomás Berdych, Jurgen Melzerr, Gael Monfils y Nicolás Almagro, en ese orden) entregará un total de 1.995.000 euros (un poco más de 2.500.000 dólares) en premios.

Tras caer en cuartos de final en Montecarlo, Roger Federer prefirió no ir a una fortaleza de Rafael Nadal y de otros jugadores españoles (en total 15 tenistas ibéricos aparecen en el cuadro principal) y prepararse para el Master 1000 de Madrid, en dos semanas más.

Nadal espera ganador del match que este martes jugarán el italiano Potito Starace y el español Daniel Gimeno Traver. Se presenta, salvo una situación excepcional, como otra estación favorable para un nuevo título del jugador manacori. Un campeonato hecho a la medida de los jugadores españoles quienes además no verán a una potente armada sudamericana, como en otros tiempos: Apenas 6 jugadores latinoamericanos ingresaron al cuadro principal, pero ninguno con el nivel de un del Potro, Nalbandian o González, ausentes por descanso (del Potro); operación (Nalbandian) o puesta a punto (González, la semana que viene debutando en Belgrado).

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