El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, trata de cambiar durante su actual visita a Francia la imagen de su país en Europa, presentándolo como un lugar seguro para las inversiones, pasando la página del secuestro de Ingrid Betancourt y sacando de foco el narcotráfico.

“Tuvimos una reunión muy fructífera, porque dijimos: ésta es la primera reunión oficial en donde ya tenemos una nueva agenda. Ya no es narcotráfico, terrorismo o Ingrid Betancourt; ya son temas que van a beneficiar a nuestros pueblos”, se congratuló Santos tras reunirse el lunes con el primer ministro francés, François Fillon.

Desde el inicio el lunes de sus actividades oficiales en París, Santos no escatimó esfuerzos para dar otra imagen de su país e intentar olvidar los problemas del narcotráfico y sobre todo el secuestro de la franco-colombiana Betancourt, que dominó las relaciones con Francia durante los seis años que permaneció en manos de la FARC (2002-2008), causando tensiones entre París y Bogotá.

En sus entrevistas con los dirigentes políticos y empresariales franceses, así como en su discurso en el tercer Foro Económico Mundial América Latina y el Caribe y en el que ofreció en la Cena del Atlántico, el presidente colombiano no dejó de insistir en los cambios que experimentó su país en los últimos años.

“Colombia hace diez años era un país que muchos catalogaban como un estado fallido”, recordó Santos, quien no dudó en asegurar a la ministra francesa de Relaciones Exteriores, Michèle Alliot-Marie, que Colombia es hoy día totalmente diferente a la que visitó en 1999 como alta funcionaria del ministerio de Educación.

“El país cambió 180 grados. Nos dimos el lujo de sentarnos con nuestros interlocutores internacionales, para no hablar de seguridad y narcotráfico, pero para hablar de economía, educación y de temas fundamentales para la calidad de vida para nuestro ciudadanos y los del mundo”, afirmó.

“La niña fea se convirtió en la niña bonita”, dijo, en alusión a la telenovela colombiana “Betty la fea”.

Desde su llegada a Francia, con cuyo presidente Nicolas Sarkozy se reunirá el miércoles, el mandatario colombiano no deja de hacer guiños a los empresarios franceses y probablemente seguirá con la misma línea durante su visita a partir del jueves al Foro Económico Mundial de Davos, en los Alpes suizos, ante la elite política y empresarial.

En París, el mandatario calificó varias veces su país de “aburrido” para seducir a los inversionistas. “Los empresarios aman a los países previsibles y lo que es previsible es aburrido. Por tanto Colombia, es un país aburrido”, ironizó en sus intervenciones, causando risas entre los presentes.

En su discurso en la Cena del Atlántico, un evento que trata de acercar a las dos orillas del océano, Santos apenas mencionó el problema del narcotráfico y de la guerrilla, aunque sí reconoció que su país todavía no había llegado “hasta la otra orilla del río”.

Pero pese a sus esfuerzos, todavía le cuesta cambiar la percepción de Colombia en Francia, que preside actualmente el G20.

En su discurso, Alliot-Marie habló de derechos humanos y de narcotráfico. Hasta pidió la ayuda de Santos para luchar contra el narcotráfico.

“Dentro de la futura presidencia francesa del G8 en 2011, Francia quiere lograr avances en los medios para luchar mejor contra el tráfico transatlántico de cocaína, reforzando la cooperación entre América Latina, África y Europa”, afirmó la canciller. “Tenemos que enfrentarnos juntos al desafío de la criminalidad trasnacional”, dijo.

Y en la entrevista que Santos dio al canal de noticias Euronews, muchas de las preguntas fueron sobre el tema de los derechos humanos, de la droga y de la guerrilla.