Gran Bretaña y Rusia han expulsado a un miembro de la embajada de cada país, anunció este martes el ministerio británico de Relaciones Exteriores, en un caso relacionado con la detención a principios de diciembre de una joven rusa sospechosa de ser una espía.

“El 10 de diciembre, solicitamos a la embajada de Rusia en Londres que llamara a Londres a un miembro de su personal. Esta demanda se hizo como reacción a las evidentes pruebas sobre las actividades de los servicios de información rusos en contra de intereses británicos”, explicó el ministro de Relaciones Exteriores, William Hague, en un comunicado.

“Rusia reaccionó el 16 de diciembre solicitando la salida de un miembro de nuestro personal en la embajada en Moscú. Consideramos que no hay ningún fundamento a esta decisión”, agregó el ministro.

El ministerio rechazó precisar las razones exactas de estas expulsiones. Estas peticiones, no obstante, se produjeron poco después de la detención a principios de diciembre en Gran Bretaña de una joven rusa, Katya Zatuliveter, que trabajaba como asistente parlamentaria de un diputado británico, por sospechar de que se trataba en realidad de una espía, acusación que ella negó.

Las relaciones entre ambos paíes son tensas por varios desacuerdos, especialmente por la extradición de Andrei Lugovoi, principal sospechoso del asesinato en 2006 en Londres del ex espía ruso convertido en opositor Alexander Litvinenko.