El acceso al agua limpia permitió a miles de familias pobres de Nicaragua “vencer el círculo de la pobreza” y triplicar sus ingresos, declaró el lunes en Montreal Lili-Anna Peresa, directora de la fundación canadiense One Drop.

Peresa dio una conferencia de prensa junto al presidente de One Drop, Guy Laliberté para dar un balance de tres años de actividad de la organización.

El proyecto para Nicaragua, que costó 6,5 millones de dólares en las zonas rurales de la región de Esteli (norte), logró que comiencen a aprovecharse miles de fuentes de agua pura provenientes de pozos e instalaciones de filtrado, letrinas e instalaciones de captación de agua de lluvia.

También se agregaron programas de microfinanciamiento y arte social destinados a modificar los comportamientos de las personas. Los beneficiarios lograron hacer crecer su producción de verduras, vender el excedente, triplicar o cuadruplicar sus ingresos y entrar en un ciclo de crecimiento duradero, explicó Peresa.

El próximo año la fundación llevará a cabo otros proyectos en Burkina Faso, Malí, Benin, Nigeria, Vietnam y Camboya.