Los dueños de la empresa minera San Esteban Primera, iniciaron el proceso de pago de todos los finiquitos de los trabajadores de la compañía, en los términos acordados con los dirigentes sindicales.

El acuerdo se hizo viable tras la decisión de la empresa de no invocar la causal de “fuerza mayor” para despedir a sus trabajadores, con lo cual éstos no habrían tenido derecho a indemnización.

Según explicó la minera en un comunicado, dicho proceder era legalmente posible, a partir de la declaración de zona de catástrofe, dictada por la Intendencia de la Región de Atacama, como consecuencia del derrumbe de la mina San José; sin embargo, los dueños de San Esteban, decidieron utilizar la causal de terminación de los contratos de trabajo por “necesidades de la empresa”.

Con ello se estableció el compromiso de ejecutar el pago completo de las indemnizaciones y beneficios que establece la ley, lo que sobrepasa largamente los mil millones de pesos.

De acuerdo a la compañía, se trató de una negociación directa y transparente entre ambas partes, sin otros actores, ni públicos ni privados, “un acuerdo en el que primó el respeto por los derechos de los trabajadores y el apego irrestricto a la legislación vigente”.