Imagen: Christian Pinilla (CC)

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Una desagradable situación vivieron los pasajeros de un bus Pullman que se dirigía de Puerto Montt a Santiago luego que, tras un accidentado viaje, fueran conminados a trasladarse a una máquina de condiciones inferiores al servicio contratado para terminar el trayecto.

El bus había iniciado su recorrido con 20 minutos de retraso, saliendo a las 8:20 del terminal de Puerto Montt, sin embargo fue al llegar a Osorno que fiscalizadores del Ministerio de Transportes (MTT) infraccionaron a la máquina, tras encontrar defectos en uno de los neumáticos además de un agujero en el parabrisas que estaba cubierto sólo con cinta de embalaje.

Pero los problemas no se acabaron ahí, ya que tras abandonar el terminal de Temuco y encontrarse a 4 ó 5 kilómetros de la ciudad, el bus quedó en panne, debiendo esperar cerca de 90 minutos hasta que otro bus de la empresa los recogió para llevarlos de regreso a la capital de La Araucanía.

Fue entonces cuando sucedió el hecho que causó mayor molestia, pues -con prepotencia- el personal de Pullman sólo accedió a devolver el dinero del pasaje a los viajeros de salón cama, mientras los de semi-cama estarían obligados a subir a un bus de transporte interurbano clásico, al que ni siquiera se había hecho aseo.

Según narró a La Radio uno de los pasajeros, identificado como Hernán, el bus proporcionado por Pullman tenía capacidad máxima de 42 pasajeros, por lo que 4 de los 46 pasajeros varados en Temuco tendrían que viajar de pie hasta Santiago.

Posteriormente, La Radio contactó a la Seremi de Transportes de La Araucanía, bajo cuya mediación se logró que Pullman finalmente destinara una máquina adecuada para realizar el resto del viaje, aunque eso no evitará que los sufridos pasajeros lleguen de madrugada a la capital, perdiendo la posibilidad de hacer trasbordo hacia otras localidades.