Las fuerzas de seguridad brasileñas proseguirán con su ofensiva para retomar el control de favelas de Rio de Janeiro tras ocupar en un vasto operativo este domingo una de esas zonas, que por años fue bastión de grupos de traficantes, anunciaron las autoridades.

“Si llegamos al (Complexo do) Alemao, vamos a ir a la Rocinha y a Vidigal”, afirmó el secretario de Seguridad del Estado de Rio de Janeiro, José Beltrame, tras la operación desplegada este domingo en es conjunto de favelas del norte de Rio de Janeiro, sede de los Juegos Olímpicos-2016.

Centenares de policías, con apoyo de tropas militares y helicópteros artillados, invadieron y tomaron el Complexo do Alemao, de unos 400.000 habitantes y por años un santuario de bandas de traficantes de drogas, tras vencer el ultimátum que habían dado a los delincuentes que permanecían atrincherados allí desde el jueves.

Las favelas de Rocinha -la más grande de Rio-, y Vidigal están ubicadas en la zona sur de la ciudad.

“La recuperación del territorio es un objetivo que establecimos como uno de los principales propósitos de nuestra política “, insistió Beltrame, quien consideró que la acción de este domingo golpeó el “corazón del mal” en Rio de Janeiro, que también será una subsede del Mundial de Fútbol de 2014.

Las fuerzas de seguridad no encontraron mayor resistencia durante la operación de este domingo, que dejó decenas de capturados y la incautación de al menos siete toneladas de droga y motocicletas utilizadas por los traficantes, según reportes oficiales.

“Cumplimos nuestra misión”, se felicitó por su parte el general Adriano Pereira, comandande del componente militar del operativo, y agregó que con el ingreso de sus hombres se “liberó a una parte de la población de esta ciudad del yugo de una fuerza ilegal”.