Tras el ataque a la flotilla humanitaria que llevaba ayuda a Palestina y donde murieron 9 activistas turcos a manos de soldados israelíes, uno podría imaginar muchos factores que podrían contribuir a agravar su tensa relación diplomática… salvo una película de acción.

Imágenes del film | ElMundo.es

Imágenes del film | ElMundo.es

Pero ese es precisamente el “problema” al que se enfrentan autoridades de ambos países, luego de que se anunciara el pronto estreno de “El valle de los lobos: Palestina”, una nueva saga en la serie del popular “James Bond” turco, Polat Alemdar, que toma el ataque como inspiración para tomar violenta venganza contra la milicia hebrea.

De hecho, la cinta comienza recreando el ataque al barco Mavi Marmara, usando la propia nave una vez que esta fue devuelta a Turquía. En adelante, la misión de Alemdar será cobrar venganza rastreando y matando al oficial israelí que dirigió el asalto, cuenta el diario El Mundo.

Sin embargo el experto en relaciones exteriores del Global Political Trends Center de Turquía, Can Yirik, teme que la producción sólo sirva para inflamar aún más los ánimos de ambas naciones, principalmente debido a que la trama deja exclusivamente a los palestinos como inocentes y a los israelíes como villanos.

“Los productores de “El valle de los lobos” tienen un profundo sesgo contra Israel, no mostrarán la otra cara de este país ni las facetas negativas de Hamás. Pintarán a todos los israelíes como malos y a todos los palestinos como inocentes. No digo que no haya que mostrar lo que hace Israel, pero las tramas de conspiración sí que no hacen ningún bien a nadie”, dijo Yirik al matutino español.

Y es no es la primera vez que las cintas del héroe de Medio Oriente causan una polémica con Tel-Aviv. Ya en enero pasado, un capítulo de la serie donde un bebé turco era secuestrado por dos agentes de la Mossad provocó que el viceministro de Relaciones Exteriores de Israel, Danny Ayalón, llamara públicamente a consulta al Embajador de Turquía, sentándolo en un nivel inferior a él para humillarlo frente a la prensa.

Más aún, en 2006, varios cines de Alemania censuraron parte del capítulo donde Alemdar partía a Irak para vengar los malos tratos de soldados de EEUU hacia soldados turcos, otro caso de la vida real, debido a que se pintaba a los Marines como extremadamente violentos, incluso con niños y prisioneros.

En aquel entonces, el ministro de RR.EE. de Turquía, Abdullah Gül, se defendió evocando que la cinta “no era peor que algunas producciones de Hollywood”, probablemente en referencia a la clásica “Expreso de Medianoche” donde todos los turcos sin excepción son retratados como verdaderos monstruos.

Pero ello no convence al experto en relaciones internacionales. “Como estrategia de marketing es excelente, porque hablar mal de Israel vende en Turquía. Pero ya tenemos suficientes radicales, suficiente odio. Lo que necesitamos son moderados. Este tipo de filmes tiene un profundo impacto en los jóvenes. Crea odio, nada más”, concluye Yirik.