El ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, amenazó este lunes que actuará con mano dura contra los autores de protestas violentas por la crisis de las basuras en la región de Nápoles, al sur de Italia.

“Hay personas que quieren instrumentalizar la protesta, crear desórdenes, que haya muertos. Eso lo impediremos, evitaremos toda conexión con asociaciones criminales”, afirmó Maroni.

Tres jóvenes, de 18 a 24 años, fueron detenidos la noche del domingo por haber atacado una patrulla de la policía en Terzigno, a 20 kilómetros de Nápoles.

Por primera vez en una semana no se registraron protestas la noche del domingo entre los habitantes y la policía de esa localidad por la apertura de un vertedero, según constató la AFP.

Miles de personas marcharon el domingo pacíficamente en Terzigno para pedir el cierre del actual vertedero, entre los más grandes de Europa, y evitar la apertura de un segundo.

En la madrugada, dos vehículos de la policía que vigilaban la zona fueron rodeados por unos cuarenta jóvenes que intentaron atacar la patrulla.

Un agente resultó herido en un ojo, mientras tres jóvenes atacantes fueron detenidos.

Los alcaldes de los municipios afectados por la crisis de la basura rechazaron el domingo firmar un compromiso propuesto la víspera por la protección civil italiana, que prevé congelar la apertura de un vertedero si cesan las manifestaciones.

Parece que ese “congelamiento por un periodo indeterminado” no es suficiente y los manifestantes reclaman la retirada sin más del proyecto de apertura del segundo vertedero en Terzigno, que además de convertirse en el más grande del viejo continente deberá ser realizado en el Parque Nacional del Vesubio, importante zona natural y arqueológica de la península.

La Unión Europea y las autoridades locales han pedido que la construcción del segundo vertedero, programado en Cava Vitiello, sea suspendida.

La región de Nápoles está desde hace 16 años en “estado de emergencia de residuos” por la falta de incineradores y lugares para descargarlos, así como por la falta de selección previa de los desechos, lo que ha agravado el problema de la basura en la región.

Muchos sospechan también que la mafia napolitana, la Camorra, se ha infiltrado en el jugoso mercado del procesamiento de desechos.