Autoridades del municipio de Cunén, Quiché, a unos 190 km al norte de la capital guatemalteca, declararon el estado de calamidad por los daños ocasionados por las lluvias de los últimos días, informó este domingo la prensa local.

Foto: que.es

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El alcalde del poblado de unos 25.000 habitantes, Domingo Camajá, demandó además ayuda a los países amigos y al gobierno del presidente Álvaro Colom, del cual se quejó por el supuesto poco apoyo recibido.

Los vecinos “no tienen acceso a alimentos y tampoco pueden sacar lo poco que producen para vender. Cunén ha sido devastado”, explicó Camajá al diario Prensa Libre.

De acuerdo con el jefe edil, la población necesita unos 24 millones de quetzales (unos tres millones de dólares) para reparar la infraestructura vial, viviendas y agua potable entubada.

Aunque no registra víctimas mortales, los últimos reportes dan cuenta de que unos 10.000 habitantes de 10 comunidades de la zona están incomunicados.

El alcalde aseguró que 110 viviendas fueron destruidas, por lo que igual número de familias están desamparadas. La estatal Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres no confirmó el número de afectados.

Guatemala sufre los estragos de las lluvias más intensas de las últimos seis décadas, que en este invierno (mayo a noviembre) han dejado 258 muertos y pérdidas por unos 1.500 millones de dólares.

Para los próximos días, el instituto meteorológico pronosticó una mejora del tiempo que significará un respiro a las poblaciones afectadas.