El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, prometió el sábado devolver a los campesinos las tierras usurpadas por narcotraficantes, paramilitares, guerrilleros y latifundistas en el marco del conflicto que afecta al país desde hace varias décadas, informó el gobierno.

Santos

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“Toda la tierra de (campesinos) desplazados por la violencia, esté hoy en manos de quién esté, se devolverá a sus dueños originales”, dijo Santos en la ciudad de Popayán (600 km al suroeste de Bogotá), según el servicio de prensa de la Casa de Nariño (sede del Ejecutivo).

El mandatario añadió que el asunto de la tierra “es una política crucial de este gobierno”, que empezó el pasado 7 de agosto y afronta el desafío de poner fin a la violencia en Colombia, reducir la pobreza y enrutar al país por la senda de la ‘prosperidad democrática’, según ha dicho.

“Si solucionamos ese problema de las tierras, eso tiene unos efectos en materia de seguridad, medio ambiente, producción agrícola, y en materia de evitar zonas de confrontación y conflicto, y por eso le damos tanta importancia”, enfatizó Santos, de acuerdo con la Casa de Nariño.

El mandatario habló en Popayán, capital del departamento (provincia) de Cauca, uno de los más afectados por el problema de la distribución de la tierra y donde los campesinos, indígenas y afrocolombianos soportan el asedio de narcotraficantes, rebeldes izquierdistas, paramilitares de extrema derecha y terratenientes, según organismos privados.

Al menos 11 millones de hectáreas de tierras fértiles se hallan en manos de grupos violentos o mafiosos en Colombia, donde unos 4,9 millones de campesinos han abandonado sus casas o parcelas en los últimos 25 años huyendo de la violencia, de acuerdo con la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes) y otras entidades privadas.