Carlos Páez Rodríguez, uno de los 16 sobrevivientes uruguayos de la tragedia de los Andes de 1972, viajará la semana próxima a la ciudad chilena Copiapó para dar una conferencia a los familiares de los mineros atrapados en la mina San José desde el 5 de agosto.

Foto: taringa.net

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“La idea es conversar y darle fuerza a los familiares de los mineros. Me imagino que va a ser diferente a las conferencias que doy habitualmente, más informal, que será contestar preguntas y contar un poco la historia nuestra”, dijo Páez a la AFP.

Para Páez, que viajará invitado por una empresa chilena, “hay algún punto en común con la situación de los mineros pero muchas diferencias”. Un punto similar es que “hay que soportar la espera”, mientras que la diferencia más importante es que “ellos saben que el mundo está buscándolos, tienen contacto con la civilización”.

“El gran enemigo de ellos es el tedio. Porque incluso en una situación tan trágica te aburres. El tiempo pasa, las horas pasan, no había absolutamente nada para hacer”, recordó Páez, 38 años después del accidente. “En la medida en la que puedan mantener la mente ocupada, mejor”.

Destacó, no obstante, que los mineros “van a tener ayuda desde el exterior. Nosotros peleábamos contra el tiempo y buscando la manera de salir de ahí, porque el mundo entero nos había olvidado”, aseguró.

El 13 de octubre de 1972 un avión uruguayo que llevaba 45 pasajeros a Chile, muchos de los cuales eran estudiantes y jugadores de un equipo de rugby, se estrelló en la Cordillera de los Andes.

Doce murieron a causa de la caída y los sobrevivientes tuvieron que soportar el hambre y frío en la Cordillera, así como el duro golpe de enterarse al décimo día por la radio que se había abandonado su búsqueda.

Después de 72 días aislados, en los que se alimentaron de sus compañeros muertos para conservar la vida, dos de los jóvenes lograron cruzar a pie las montañas hasta Chile y alertar sobre los 16 sobrevivientes.

“La idea es darle fuerza a las familias, tiene que ser muy duro para ellos porque no están exentos de que pase algo, que haya otro derrumbe”, dijo Páez, quien agregó que “en cuatro meses sepultados puede pasar cualquier cosa”.