Terminó la toma de rehenes, que superaban las 30 personas, en una sucursal del estatal Banco Nación de la ciudad de Pilar (50 km al norte) en Argentina, y en donde el secuestrador amenazó con hacer detonar una bomba si las autoridades incumplían sus exigencias.

Imagen: clarin.com
Primero fueron liberados 6 rehenes, entre los que se encontraban embarazadas y jubilados, esto luego de que la policía les entregara comida y bebidas.
“Que venga el juez y que me den un auto; sino activo la bomba”, amenazó el secuestrador, quien se dio a conocer con el apodo de “Cheto” en diálogo telefónico con el canal C5N.
Finalmente, y tras 5 horas de negociación, el hombre decidió deponer la toma de rehenes luego de ver a su mujer, según informa Clarín.
Casi un centenar de policías, incluidos de brigadas especializadas, rodearon la filial del banco ubicada a 20 metros de una comisaría y cerca de una zona de barrios cerrados habitados por familias de alto nivel económico, según imágenes de la televisión.
Entre tres y cuatro delincuentes que formaban parte de la banda escaparon al verse rodeados por la policía en medio de un tiroteo sin consecuencias, mientras que al menos uno quedó en la filial del Banco Nación y retuvo a clientes y empleados.