La FIFA se mostró satisfecha hasta el momento del desarrollo del Mundial de Sudáfrica, convencida de que será “perfecto” si logra mantener el nivel hasta la final prevista para el 11 de julio, en la que se espera la posible presencia de Nelson Mandela.

“Si la organización mantiene el nivel de hoy hasta el 11 julio, podremos decir que es un Mundial perfecto”, afirmó este sábado a la prensa el secretario general de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), Jérôme Valcke, en Johannesburgo.

“Conocimos un inicio difícil el 11 de junio, en materia de transportes a causa de una falta de coordinación” pero “eso se ha arreglado”, añadió Valcke, en referencia a los grandes atascos ocurridos el día de la inauguración del torneo que hicieron que el estadio Soccer City de Johannesburgo estuviera medio vacío.

Trenes retrasados, falta de información sobre las líneas de autobús que unen las nueve ciudades-sede y transportes públicos abarrotados han hecho sufrir a los aficionados estresados por sus esperas antes de poder ir a los estadios.

La preocupaciones por la inseguridad que se vivió en los primeros días del Mundial con las noticias de algunos asaltos a periodistas, se han ido desvaneciendo poco a poco con la rápida actuación policial y de los tribunales especiales creados para juzgar los delitos relacionados con el Mundial.

Un ladrón de un teléfono móvil fue castigado a cinco años de prisión en una decisión que se quiso mostrar ejemplar y disuasiva para otros posibles cacos.

La FIFA ha mostrado su satisfacción por el desarrollo de su mayor torneo tras el fin de la primera fase del mismo y empieza ya a mirar hacia su clausura el próximo el 11 de julio confiando en que el símbolo de este país, Nelson Mandela, pueda estar presente en la final.

“La cuestión de la presencia de Mandela aún no ha sido resuelta. La decisión es suya. Lo único que podemos hacer es esperar”, dijo el responsable del Comité local de organización (LOC), Danny Jordaan, en un encuentro con la prensa en Johannesburgo.

El histórico líder de la lucha anti-apartheid había accedido a asistir brevemente a la inauguración del Mundial, pero la muerte de su bisnieta Zenani Mandela, de 13 años, en un accidente de coche la noche anterior, impidió que estuviera en el Soccer City.

Ahora los responsables del Mundial esperan a ver si pueden contar con él en la clausura de un evento, entre cuyos muchos protagonistas está el famoso balón “Jabulani”.

“Sobre el balón, no estamos sordos. Por principio, la FIFA no suele ser una entidad sorda a lo que se dice alrededor de ella”, dijo Valcke este sábado tras las reiteradas críticas al esférico por parte de jugadores y técnicos.

“Evidentemente, tendremos una reunión con cierto número de de técnicos tras la Copa del mundo. También nos reuniremos con (el fabricante) Adidas”, añadió Valcke.

“Existen reglas sobre el peso del balón y sus dimensiones. Es algo especial. Se trata del objeto más importante de la Copa del mundo. Es necesario que el balón sea perfecto. Si realmente tiene problemas, veremos qué se puede hacer”, añadió el responsable del máximo organismo del balompié mundial, que también lanzó una advertencia a Francia.

La intervención de varios altos cargos franceses pidiendo la dimisión del presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), Jean-Pierre Escalettes, tras la humillante eliminación de los “bleus” en primera vuelta del Mundial y el lamentable espectáculo de la revuelta de sus jugadores ha llevado a reaccionar a la FIFA.

“Si consideramos que hay injerencia política, actuaremos, como lo haríamos con cualquier país del mundo”, declaró Valcke, quien afirmó que “nadie puede pedir a alguien que dimita. Una persona es elegida y si piensa que ha fallado puede dimitir”.