La italiana Francesca Schiavone (N.17) sorprendió y derrotó por 6-4 y 7-6 (7/2) a la australiana Samantha Stosur (N.7), el sábado en la final de individuales femeninos del Abierto de tenis de Francia disputada en el court central Philippe Chatrier del estadio parisino de Roland Garros.

Para la peninsular, inesperada vencedora, se trata del primer título de un torneo del Grand Slam en toda su carrera, el primero de una tenista italiana y, también, es la más veterana en obtenerlo, con casi 30 años.

En el primer set, Schiavone se mostró mucho más aguerrida, mientras que Stosur más técnica, pero, ambas cometieron errores gruesos en bolas fáciles, en particular la segunda en el noveno game en el que concedió el ‘break’ a la primera con una doble falta, 5-4 y la italiana con su saque.

Después, la experimentada Schiavone, de casi 30 años, cuartofinalista en París en 2001, 18ª jugadora de la WTA, logró ganar la primera manga por 6-4 en 40 minutos de juego.

Stosur, de 26 años, semifinalista en el Abierto francés el año pasado, salió a jugar mucho más nerviosa en el segundo set y mantuvo con dificultades su servicio en el primer juego, tras lo que su nivel de juego mejoró un poco y logró el ansiado ‘break’ en 3-1 y con su servicio se puso 4-1.

Para entonces era la hinchada ‘aussie’ la que festejaba, numerosa pero más desperdigada que la peninsular. No obstante, el retruque de Schiavone en 4-3 abajo pero con su saque, la desanimó un poco.

Estas dos jugadoras se habían enfrentado antes en cinco ocasiones desde 2005 y la australiana dominaba claramente 4-1, tras jugar duelos sobre superficie dura (3) y arcilla (2).

La paridad se mantuvo en el segundo set, a veces llamaba la atención la facilidad con la que cerraban sus juegos y la dificultad para devolver, por lo que el ‘break’ se volvió una rareza, y así llegaron a 6-6 y la ‘muerte súbita’.

En el ‘tie-break’, la sorpresiva ganadora sacó toda la garra y se lo llevó después de 58 minutos de juego (1 hora y 38 minutos de partido), tras lo que dio rienda suelta a toda su emoción antes de una emotiva entrega del trofeo.